El huevo, considerado uno de los alimentos más completos por su alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales, puede perder parte de sus beneficios dependiendo de cómo se prepare.
Según la información consultada por este medio, la técnica de cocción influye significativamente en la biodisponibilidad de sus nutrientes, así como en la facilidad con la que el cuerpo los absorbe. Este alimento, que es una fuente esencial de proteínas de alta calidad, puede ser optimizado en su consumo si se elige el método de cocción adecuado.
Hervidos: la opción más eficiente para aprovechar las proteínas
El huevo cocido, ya sea duro o pasado por agua, destaca como una de las formas más recomendables de preparación. Este método permite que más del 90 % de las proteínas del huevo sean absorbidas por el cuerpo, lo que lo convierte en una opción de alta biodisponibilidad.
Además, al no requerir grasas adicionales para su cocción, conserva la mayoría de sus nutrientes esenciales. Sin embargo, se advierte que cocinarlo en exceso, hasta el punto de que la yema adquiera un tono verdoso, puede reducir el contenido de ciertas vitaminas, como la B.
El medio también señala que esta técnica es ideal para quienes buscan una digestión más sencilla, ya que el huevo hervido es fácil de procesar por el organismo.
Esto lo convierte en una opción versátil y práctica para incluir en la dieta diaria, especialmente en personas con necesidades nutricionales específicas o con restricciones en el consumo de grasas.
Cocción al vapor: menor exposición al calor, mayor retención de nutrientes
La cocción al vapor se presenta como otra alternativa saludable para preparar huevos. Según el análisis, este método expone al huevo a un calor menos directo en comparación con otras técnicas, como hervir o freír, lo que favorece la retención de nutrientes. Además, permite un control más preciso del punto de cocción, adaptándose a las preferencias individuales.
El medio destaca que esta técnica es especialmente útil para quienes buscan una preparación rápida y saludable, sin comprometer el valor nutricional del alimento.
Al igual que con los huevos hervidos, la cocción al vapor no requiere el uso de grasas adicionales, lo que la convierte en una opción ideal para quienes desean mantener una dieta equilibrada.
Huevos revueltos: una opción válida si se cocinan a fuego bajo
Aunque los huevos revueltos pueden ser una opción saludable, es fundamental cocinarlos a fuego bajo y con una cantidad mínima de aceite saludable. Este enfoque permite conservar la calidad de los nutrientes y evita la formación de compuestos poco saludables que pueden generarse al someterlos a altas temperaturas.
Además, los huevos revueltos ofrecen la posibilidad de enriquecer el plato con vegetales, lo que no solo mejora su valor nutricional, sino que también aporta variedad a la dieta. Sin embargo, se enfatiza que el exceso de grasa o el sobrecalentamiento pueden reducir la calidad de las proteínas y oxidar ciertos nutrientes, por lo que es importante prestar atención al método de preparación.
Métodos menos recomendables
Por su parte, las formas menos recomendables de consumir huevos incluyen métodos que son más invasivos con la composición nutrimental de los huevos. Freírlos a altas temperaturas, especialmente en aceites no saludables, puede oxidar el colesterol presente en la yema y disminuir la calidad de las proteínas. Este método, aunque popular, implica riesgos asociados a la formación de compuestos dañinos para el organismo.
Por otro lado, consumir huevos crudos, aunque puede parecer una opción nutritiva, presenta desventajas significativas. El cuerpo solo es capaz de absorber el 50 % de las proteínas del huevo en este estado, lo que reduce considerablemente su valor nutricional.