Tras un acuerdo por necesidad, LLA y el PRO enfrentan el desafío de evitar una campaña incómoda en CABA

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Karina Milei y Mauricio Macri, detrás del acuerdo en CABA

Con el acuerdo para ir juntos en la Ciudad de Buenos Aires sellado de palabra y por intermedarios, Karina Milei y Mauricio Macri se encaminan a la formalización de la alianza electoral a sabiendas de que el PRO y La Libertad Avanza arrancan la carrera proselitista mirándose de reojo. Y en ambos espacios saben que el desafío será llevar a cabo una campaña limpia, de unidad, sin sorpresas de último momento.

Hay plazo hasta mañana, jueves, a la medianoche, para presentar la alianza ante la Justicia electoral, y en ambos grupos dan por sentado que no habrá ningún traspié hacia ese trámite. Pero no descartan que pueda haber sorpresas, especialmente en el tramo hacia la selección de candidatos.

Karina Milei y Mauricio Macri no tuvieron contacto directo, por ahora. Y hasta anoche, horas después de que los protagonistas dejaran trascender que habrá acuerdo, en ninguna de las tribus se habían manifestado, ni para festejar o siquiera comunicar de manera formal los trascendidos.

Hasta ayer por la tarde, además, desde ambos lados aseguraban que no habría foto en conjunto de los principales para simbolizar la (forzada) sintonía, sino un comunicado y una firma por separado de los documentos oficiales. Incluso la redacción de ese mero texto se prolongaba en el tiempo. Ayer por la tarde seguían los intercambios de versiones entre los equipos de comunicación de los partidos a nivel nacional (Mauricio Macri y Karina Milei supervisaban de cerca, pero sin comunicarse entre sí, a través de Fernando de Andreis, el ex secretario de la Presidencia, y la titular del LLA de manera personal).

Jorge Macri

Más tarde, entre idas y vueltas y un alto grado de hermetismo sobre los primeros pasos de la colaboración, en el entorno presidencial acotaban que “es todo muy dinámico”, y que podría producirse un giro hacia la concordia, para arrancar mejor la carrera en conjunto. Deslizaban que no se descartaba una imagen, hoy, con actores clave de la alianza, para evitar dar la impresión de que empiezan con resquemores. De hecho, en el Gobierno decían que Milei postergó la sesión con los candidatos de las secciones de Provincia que tenía planeado hacer hoy, para mañana, por este motivo.

En Balcarce 50 aseguraban que los más reacios eran los macristas. Por lo pronto, anoche negociaba este detalle Ezequiel Sabor, el delegado de Mauricio Macri, que estuvo a cargo de los diálogos de los últimos 10 días con Pilar Ramírez -la representante en CABA de Karina Milei- para llegar a un entendimiento electoral.

En el Gobierno dicen que el acuerdo es un primer paso, pero nadie pone las manos en el fuego por el desarrollo de una campaña porteña en armonía, donde todos los actores del PRO porteño estén “adentro”, cohesionados. Dudan, primero, de que todos los referentes de peso del partido que gobierna en la Ciudad desde hace más de 20 años -especialmente los heridos o reacios a los duros requisitos que impuso Karina Milei-, vayan a plegarse a contribuir de manera positiva a la carrera proselitista. E incluso, algunos sospechan de la posibilidad de que ciertos referentes se plieguen al armado “republicano” de Ricardo López Murphy.

Sebastián Pareja y Cristian Ritondo, artífices del acuerdo en PBA

Nadie descarta, en el Gobierno, que la mala relación entre los jefes máximos de los espacios pueda repercutir en la comunión. Y desconfían de Jorge Macri. Sospechan que podrían haber “maldades” de parte de los amarillos en una alianza que nació agrietada (apenas el viernes, en el círculo de Mauricio Macri deslizaban que estaba muy enojado por las condiciones que había fijado Karina Milei, y estatuían con seguridad que no habría acuerdo).

La diferencia es abismal con el caso de la alianza en la Provincia de Buenos Aires, donde los jefes de PRO y LLA bonaerenses se reunieron con bombos y platillos el 9 de julio en el hotel Libertador para tomarse una foto cuando firmaron el documento que presentarían ante la Justicia Electoral; luego recibieron juntos, entre abrazos, a Karina Milei. Y finalmente los tres acompañados por los otros dirigentes de volumen, amarillos, en PBA (Guillermo Montenegro y Diego Santilli) dieron una conferencia de prensa conjunta, con preguntas de periodistas y más fotos.

Todos reconocen que las condiciones entre PBA y CABA son diferentes. Para empezar, el principal referente de PRO en el territorio bonaerense, Ritondo, estaba muy interesado en acordar. Además, allí ambos son oposición y el distrito es más adverso al ideario de centroderecha, por lo que tienen mayor necesidad uno del otro. Mientras que en tierras porteñas, el número uno en cargo, nada menos que el jefe de gobierno, Jorge Macri, es rechazado por Javier y Karina Milei. Y la relación entre los titulares del partido a nivel nacional, Karina Milei y Mauricio Macri, sigue tensa como prácticamente desde el inicio de la presidencia libertaria.

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