A partir de la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y de la implementación de la Boleta Única en Papel (BUP), en el 2025 se presentaron menos listas que en el 2021 en prácticamente todas las provincias.
Excepto casos muy contados, en la mayoría de los distritos habrá menos partidos compitiendo en estas elecciones legislativas que en las anteriores, cuando se votó internas y con múltiples papeletas.
Las autoridades nacionales consideran que este fenómeno ocurre debido a que los espacios políticos ya no reciben por parte del Estado el dinero para imprimir sus boletas, tarea que ahora está en manos del propio Gobierno, por lo que tienen “menos incentivos” para participar del proceso.
”Con esto queda claro que las primarias no solo eran una molestia para la ciudadanía, sino también un curro de la política que, en muchos casos, se anotaban únicamente para tener la plata que se les daba”, sostuvo a Infobae una fuente del Poder Ejecutivo vinculada a la organización electoral.
De acuerdo con los datos oficiales, en la provincia de Buenos Aires en este año habrá 15 fuerzas disputando un lugar en el Congreso, mientras que en las PASO del 2021 fueron 28.
Algo similar ocurrió en Santa Fe y Córdoba, donde en las últimas legislativas se presentaron 23 listas en cada una de esas jurisdicciones, mientras que ahora son 14 y 16, respectivamente.
En territorio porteño, en tanto, la caída fue más Silvio, aunque también registró una baja de partidos: en los comicios del 2021 se postularon 17 boletas, mientras que actualmente son 15 las que están en carrera.
Las únicas excepciones serán Formosa, Jujuy y San Juan, que aumentaron la cantidad de sellos de aquella oportunidad a la fecha, mientras que Misiones tendrá la misma cantidad (11 propuestas).
Al respecto, las autoridades nacionales resaltaron que, al no haber más PASO, los candidatos ya no tienen que superar el 1,5% de los votos, por lo que cualquiera que cumpla con los requisitos básicos podía anotarse.
En este sentido, argumentan que la baja participación de los espacios se debe a la implementación de la BUP, que se utilizará por primera vez en todo el país.
Anteriormente, el Estado debía darle a cada fuerza un presupuesto que hasta el año pasado era de 3 pesos por tramo de boleta (para senador, diputado, etc.), multiplicado por la cantidad de electores habilitados, y eso por 1,5, ya no que debía asegurar un remanente para reponer en caso de incidentes. Esa cifra, además, por cada una de las listas.
De esta manera, en cada proceso los sellos obtenían un presupuesto millonario que, incluso, se incrementaba en caso de que tuvieran internas, lo que fomentaba el lanzamiento de candidatos que en la práctica tenían pocas probabilidades de llegar siquiera a las generales.
Este fue el caso, por ejemplo, del Frente Unión por el Futuro, que lideraba Juan José Gómez Centurión, el cual en territorio bonaerense llevó dos propuestas para la categoría de diputados, pero terminó acumulando entre ambas el 0,92% de los votos y no pudo pasar a octubre.
De igual manera, hubo otras 18 agrupaciones que, si bien fueron en unidad y con una sola lista, no alcanzaron el mínimo que exigía la ley para poder presentarse en los comicios generales.
Para este año, a partir de la implementación de la BUP, las autoridades de la Dirección Nacional Electoral (DiNE) diseñaron tres formatos de boletas a utilizar dependiendo de la cantidad de partidos que compitan.
Todas ellas tienen dos únicos tipos de altura, dependiendo de si la jurisdicción a la que correspondan elige solamente diputado o también senador, y la principal variación está en el largo: mientras más espacios políticos se hayan anotado, mayor su extensión.
Sin embargo, el modelo más grande, que mide unos 72 centímetros y sirve para contener a 20 o más postulantes, no será usado en ningún lugar del país. La provincia que más cerca estuvo de necesitarla es Córdoba, con 16 sellos en juego.
La que le sigue, la mediana, tiene lugar para entre 11 y 20 partidos, pero solamente funcionará en cinco distritos: ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Misiones y Santa Fe.
El resto utilizará la versión más pequeña, que tiene una superficie como para colocar a menos de diez frentes, aunque, incluso, la mayoría ni siquiera llega a ese número máximo de competidores.