Se agrava la pelea en Camioneros: arrojaron volantes ante el sindicato con duras acusaciones contra uno de sus principales dirigentes

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Hugo y Pablo Moyano, junto con Marcelo Aparicio, en una asamblea del Sindicato de Camioneros

La feroz interna en el Sindicato de Camioneros sigue acumulando capítulos que confirman un conflicto que se va profundizando cada vez más, con la pelea entre Hugo y Pablo Moyano como telón de fondo.

A principios de mes, el líder sindical echó a 3 o 4 dirigentes por supuestas irregularidades en el manejo de fondos gremiales y ahora se produjo otro episodio que revela la tensión interna: este lunes se lanzaron volantes ante la sede del sindicato con un mensaje contra Marcelo Aparicio, secretario Gremial de la organización y uno de los dirigentes que estaría en la mira de Hugo Moyano. “Marcelo Aparicio dejá de robarle a Hugo M., vos también participaste”, era lo que figuraba en los papeles arrojados desde una moto en dos oportunidades.

Aparicio, conocido por su apodo de “Feúcho”, es un hombre clave del poder de Camioneros, con fama de haber estado alineado con Pablo Moyano, pero a quien, en la práctica, el jefe del sindicato le tiene tanta confianza que lo designó en reemplazo de su hijo para destrabar conflictos muy difíciles como el de Mercado Libre o el del último reclamo de indemnizaciones por la concesión de la recolección de residuos en CABA.

El volante contra Marcelo Aparicio, del Sindicato de Camioneros

El mensaje contra Aparicio parece aludir a una denuncia judicial sobre un presunto fraude en el hotel 15 de Diciembre que el gremio tiene en Mar del Plata, que derivó en el despido de 3 o 4 dirigentes allegados a Pablo: Paulo Villegas, secretario Tesorero; Claudio Balazic, secretario Administrativo; Alejandro Vanati, prosecretario Administrativo, y otro dirigente del que nunca pudo confirmarse su nombre, aunque en su momento trascendió que podría tratarse de Aparicio o de Oscar “Chuky” Borda, secretario de la rama de Logística y uno de los soldados más fieles de Pablo Moyano.

La imagen de Borda se hizo célebre en enero de 2023 cuando, como fuerza de choque de Pablo Moyano, entró con actitud intimidatoria al centro de distribución de un supermercado para “fiscalizar” el cumplimiento del plan Precios Justos del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Y en 2021 estuvo piloteando junto al hijo de Moyano el bloqueo al centro de distribución de Mercado Libre en el Mercado Central, en La Matanza, para reclamar por el encuadramiento de 1.200 trabajadores afiliados a la Unión de Carga y Descarga que lidera el barrionuevista Daniel Vila.

Sin embargo, pese a las versiones insistentes, Aparicio y Borda no fueron separados de sus cargos, según confirmaron hace 10 días tres fuentes distintas, aunque una de ellas hizo una aclaración: “Por ahora”.

Marcelo Aparicio, dirigente del Sindicato de Camioneros

La denuncia judicial, que abrió una investigación liderada por el fiscal marplatense Carlos David Bruna, la hizo Héctor “Yoyo” Maldonado, secretario de Prensa, Cultura y Turismo de Camioneros y hombre de confianza de Moyano, y apuntaría a dirigentes y al gerente del hotel por una supuesta estafa que superaría los 10 millones de dólares, según consignó el diario La Nación.

Hay quienes sospechan que, más allá de la denuncia judicial, todo pudo haber sido una maniobra con la que Hugo Moyano se sacó de encima a algunos “soldados” de Pablo como Villegas y Balazic, neutralizando una supuesta operación en las sombras que habrían desplegado en favor del díscolo hijo, que actualmente está “en el exilio” sindical y a cargo de la presidencia del club Deportivo Camioneros.

¿Se enteró Hugo de que los “pablistas” estaban planificando (y financiando) el “operativo retorno” al gremio del Moyano más duro? Es una versión incomprobable que circuló de manera veloz en esas horas en que la “razzia camionera” estaba a pleno.

Claudio Balazic, uno de los dirigentes que fueron echados del Sindicato de Camioneros

Algunos aliados de Hugo Moyano deslizaron que la furia del líder sindical fue alentada por su esposa, Liliana Zulet, ante algunas señales “preocupantes” que siguieron al éxito futbolístico que logró Pablo: que Deportivo Camioneros ascendiera a la Primera B Metropolitana. Que se trató, en realidad, del segundo ascenso de categoría conseguido en 8 meses.

Para los malpensados del mundo sindical, un factor clave para los repentinos logros del club fue el titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, reconciliado con Pablo Moyano tras la pelea político-sindical-familiar de la que participó también el líder de Camioneros, su ex suegro, con el que aún sigue peleado.

¿Sospecha Zulet que “Chiqui” inclinó la cancha en favor de Deportivo Camioneros para tratar de perjudicarlo a su esposo? Lo cierto es que la mujer de Hugo Moyano, según aliados del líder sindical, imagina que Pablo quiere mostrar una “gestión exitosa” en el fútbol para jaquear el liderazgo de su padre en el gremio. Otra versión incomprobable que también circuló profusamente en las últimas horas.

Hugo Moyano y Liliana Zulet, en la platea de Independiente

Hasta el momento, Aparicio y Borda se mantienen en sus puestos. “Feúcho” tiene un papel clave en la estructura y logró surfear la pelea entre Hugo y Pablo sin tomar partido por ninguno, aunque aseguran que va menos a su oficina porque tiene problemas de salud.

Su última aparición fue el 11 de septiembre pasado, cuando Camioneros firmó la paritaria más alineada con el Gobierno (3,3% en tres tramos que rige durante 6 meses, desde septiembre y hasta febrero de 2026). En los pasillos de la Secretaría de Trabajo hay quienes vieron cómo Aparicio, molesto, no disimulaba sus quejas contra el aumento salarial “a la baja” impulsado por su jefe máximo, que monitoreaba todo a distancia. Nunca había sucedido algo semejante.

Para algunos de sus colegas, Hugo Moyano está encaminado a promover a Octavio Argüello como su eventual heredero en Camioneros. Quiere que siga en el triunvirato de la CGT y dio claras señales hacia adentro del gremio de que tiene toda su confianza. ¿Los desplazamientos de dirigentes responden al objetivo de allanar el terreno para la sucesión?

Pablo Moyano, recluido en el fútbol tras su renuncia a la CGT

Por ahora, Pablo se mantiene recluido en el fútbol y Hugo, además de encumbrar a Argüello, privilegia a otros de sus hijos como “Huguito”, el abogado, a quien le consiguió una candidatura a diputado nacional por Fuerza Patria en las elecciones del 26 de octubre, y a Jerónimo, el menor de la familia, a quien prepara para que pueda ascender en el escalafón sindical.

Este favoritismo debe enfurecer a Pablo, que todavía dialoga con “Huguito”, pero tiene bloqueado en su teléfono a Jerónimo (no le habla porque se lleva mal con Zulet, su mamá) y a Facundo, el otro hermano que también fue un protegido de Hugo y se animó a criticar su cercanía con el kirchnerismo.

Aunque en el sindicato hay miedo de hablar, la interna no se apaga y, peor aún, se incrementa con los despidos y la sensación de que comenzó una “caza de brujas” contra allegados a Pablo. Para los conocedores de la “patria camionera”, son signos del declive del liderazgo todopoderoso de Hugo Moyano, de 81 años, que nunca necesitó disciplinar de esta forma a su tropa.

Mientras, la guerra en el sindicato se canalizó en volantes con duras acusaciones. Nadie sabe cómo seguirá, pero sí se sabe algo: no se detendrá.

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