
El Gobierno no volverá a reunir el Consejo de Mayo por los próximos días. El organismo creado por el presidente Javier Milei para debatir las reformas explicitadas en el Pacto de Mayo no tiene previsto volver a reunirse hasta los primeros días de diciembre, confirmó una fuente inobjetable a Infobae.
El Consejo de Mayo venía reuniéndose de manera mensual entre los miembros multisectoriales que habían sido nombrados por decreto, y semanalmente con los equipos técnicos del Poder Ejecutivo, de los sectores empresarios y de los sindicatos. Esta dinámica se pausará hasta nuevo aviso debido a que en la cúpula del Gobierno cayó mal que trascendieran diferentes propuestas debatidas o presentadas por diferentes partes en el Consejo; algunas ciertas, otras que no forman parte de las consideraciones de los libertarios.
“Hay filtraciones que no hacen bien a lo que nosotros queremos hacer, que es presentar las reformas sin ruidos en la previa y propiciar que se aprueben en el Congreso”, explicó una figura clave del Gabinete de Milei. En las últimas semanas, se generó debate en la esfera mediática por diferentes iniciativas que habían surgido de las discusiones políticas y técnicas del Consejo de Mayo. En el oficialismo indican que hay algunas de ellas que son consideradas por la Casa Rosada, pero que otras fueron directamente descartadas por el mismo Gobierno.

Luego de la salida de Guillermo Francos, el Consejo de Mayo pasó a estar presidido por el actual jefe de Gabinete de Ministros, Manuel Adorni. A su vez, el cuerpo está integrado por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, como representante del Ejecutivo; el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, por las provincias firmantes del Pacto de Mayo; la senadora nacional, Carolina Losada, por la Cámara Alta; el diputado nacional, Cristian Ritondo, por la Cámara Baja; el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, por los sindicatos; y el presidente de la UIA, Martín Rappallini, por el empresariado.
En los últimos días, trascendió que la próxima reunión iba a hacerse el jueves 27 de noviembre, pero habrá que esperar unos días más para que se materialice el encuentro. Adorni tendría contratiempos para poder presidirla y pasaría la reunión para más adelante. “Las reuniones políticas no deberían reanudarse hasta los primeros días de diciembre”, comentó una fuente ministerial. Hasta la redacción de este artículo, no había mensajes referidos al cambio de fecha en el grupo de WhatsApp que tienen el presidente del organismo y sus seis consejeros.
La tensión por las filtraciones
Al Presidente no le gustó que trascendieran los borradores de algunas de las reformas. La que más fue objeto de discusión mediática en las últimas semanas fue la laboral. En la cúpula del Ejecutivo marcan que hubo iniciativas de las charlas entre los técnicos del Gobierno, los empresarios y el sindicalismo que trascendieron como si fueran a materializarse.
“El Consejo está suspendido por todos estos asuntos. Decidimos mantener algunas reuniones en estricta confidencialidad. Ahora sí que no se van a enterar ni van a tener información de qué vamos a hablar”, dijo esta mañana a Infobae una figura central del Gobierno que estará esa mesa de funcionarios que terminarán de pulir la reforma laboral y el resto de iniciativas.

¿Quiénes pudieron haber difundido la información de las reformas? Uno de los integrantes del Consejo acusó directamente al Gobierno por haberlo hecho. En un sector de la Casa Rosada también propician esta versión. “Es que hay interna en el Gobierno y se operan entre ellos”, dijo otro de los consejeros.
En el Ministerio de Capital Humano son enfáticos y marcan que el borrador avanzado de la reforma laboral la tienen el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, por lo que cualquier tipo de iniciativa falsa o contenido tuvo que haber surgido de sectores ajenos al Gobierno. “Cualquiera puede dar a conocer versiones. La CGT o la UIA son ejemplos”, indica un colaborador oficial.
Ejemplo de esta hipótesis es lo que sucedió hace unas semanas cuando se indicó en distintos medios que el Gobierno estaba pensando en proponer un tope de hasta diez indemnizaciones. Ese mismo día, múltiples fuentes del Gobierno salieron a decir que era falso. “Fue propuesto por las cámaras empresariales y fuimos nosotros quienes les dijimos que no. Si lo proponemos, la reforma no va a salir. Es así de simple”, enfatizaron.
Hay cuestiones que sí podrían formar parte del proyecto de ley que se presentará el 15 de diciembre y que en la cúpula del Gobierno no gustó que se supieran. Para guardar el escepticismo y evitar que sectores opositores a la reforma puedan hacer campaña adelantada sobre el tema, en la Casa Rosada buscan remarcar que nada de lo que salga por estas semanas será falso. “Fueron todas mentiras instaladas para tratar de ensuciar al Gobierno”, esgrimió ayer Milei en un reportaje con Radio Mitre.

Recientemente se reveló que el Gobierno está trabajando en una reforma educativa, la cual tendría cerca de 136 artículos y reformas de diferente tipo vinculadas a la educación inicial, primaria y secundaria. Tres integrantes del Consejo de Mayo dijeron estar sorprendidos de que se difundiera la planificación de este proyecto, el cual había permanecido en completa reserva hasta hace algunos días.
Al respecto, altas fuentes del Gobierno vuelven a insistir en que no van a confirmar ninguno de los puntos difundidos por los medios. “Hay aspectos que son ciertos, pero otros que no. Dijeron que vamos a volar el INET [Instituto Nacional de Educación Técnica] y no es cierto”, esgrimió una funcionaria inobjetable.
Los borradores finales de la reforma laboral y la educativa están muy cerca de cerrarse. Tres fuentes oficiales de distintas áreas del Gobierno así lo confirmaron a Infobae. Esto no quiere decir que lo que esté escrito allí es lo que vaya a salir. Incluso, creen que la conformación del texto final sufrirá modificaciones en comisiones. “La discusión va a estar en el Congreso. Por eso preferimos no comunicar nada ahora y matizar cualquier cosa que podamos llegar a proponer, porque nos puede tensionar las negociaciones posteriores”, concluyen una de las personas que conoce la letra chica.



