Misión capital: la estrategia del PRO para recuperar los votos en CABA y las dudas en torno a La Libertad Avanza

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Jorge Macri, durante su discurso tras conocer el resultado de las elecciones de mayo. Foto de archivo. (Jaime Olivos)

Mientras el foco de la atención está en la provincia de Buenos Aires, con la presentación de las alianzas y la negociación entre el PRO y La Libertad Avanza para armar las listas de candidatos de cara a las elecciones del 7 de septiembre, el macrismo en CABA comenzó una compleja ingeniería política para revertir la dura derrota en los comicios locales del 19 de mayo, cuando el oficialismo cayó al tercer lugar, detrás de LLA y del peronismo.

En ese contexto, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, busca abrir una línea de negociación con sectores libertarios para confluir en una propuesta electoral en octubre, en una suerte de réplica de lo que sucede en terreno bonaerense. Antes, había iniciado una serie de movimientos para relanzar su gestión y recuperar la iniciativa política en la Capital Federal, plataforma natural del macrismo desde 2007, como un reajuste en las prioridades y una reorganización interna del gabinete.

A principios de mes se anunció la designación de Ezequiel Sabor como nuevo secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano, en reemplazo de César “Tuta” Torres, un dirigente de confianza de Jorge Macri, cuyo vínculo viene desde la gestión en Vicente López. La señal fue doble: reforzar el contacto con la calle y ordenar la relación con partidos, legisladores y comuneros.

Sin embargo, para algunos sectores del PRO la reacción del oficialismo fue tardía. “Fue la peor elección del PRO en la Ciudad, y la reacción del Gobierno fue, poco menos, como si no hubiera pasado nada. Recién en los últimos días, con el cambio en el gabinete, parece que Jorge tomó nota”, graficó ante la consulta de Infobae un importante dirigente.

Tras las elecciones de mayo, Jorge Macri propuso una reorganización del gabinete (Jaime Olivos)

“Para ser brutalmente sincero, siento que hasta ahora no veo el nivel de autocrítica que la contundencia del resultado demanda. Yo creo que perdimos un momentum para hacer cambios, para mostrarnos autocríticos, para reconectar con el electorado. Eso era inmediatamente después la elección. Sacamos menos de la mitad de nuestra peor elección histórica anterior en el distrito. O sea, realmente fue muy mala elección. Eso quiere decir que indefectiblemente tenés votantes duros tuyos que eligieron otra opción”, se sinceró un funcionario porteño.

En la sede gubernamental de la calle Uspallata, un sector del gobierno cree necesario romper el “status quo” y plantea otros dos escenarios: “Un primer modelo es armar un dream team con lo mejor que tenés en la cancha. María Eugenia (Vidal), (Cristian) Ritondo, (Diego) Santilli, (Germán) Garavano. Hacelos jugar a todos, pero ya es tarde, y no los veo dispuestos. El otro escenario es abrirte a un gobierno de coalición”.

Los caminos del PRO

Dentro del partido el debate sobre qué rumbo tomar crece con fuerza. Sobre todo, por la virulencia que tuvo la campaña porteña, y las acusaciones cruzadas entre el PRO y los referentes libertarios. “La situación fue rarísima, de un lado de la General Paz éramos opositores, pero del otro lado queríamos un acuerdo. El dilema arrancó en la cabeza de Mauricio Macri. ¿Cómo le explicamos ahora a los votantes que vamos juntos con ellos?“, analizó otro importante dirigente amarillo.

Según pudo saber Infobae, María Eugenia Vidal, que fue jefa de campaña en las últimas elecciones, les anticipó tanto a Jorge como a Mauricio Macri -que le dio vía libre a cada distrito para que haga los acuerdos más convenientes- que no participará del proceso ni será candidata en un frente conjunto del PRO y LLA. Según le confirmó a su entorno, considera que “con las dos marcas es suficiente para ganar”, y que prefiere concentrarse en su trabajo social, como docente universitaria y en su rol como presidenta de la Fundación Pensar.

Mauricio Macri, Jorge Macri, María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato, Laura Alonso, Hernán Lombardi, Darío Nieto, entre otros dirigentes del PRO

Así, un eventual acuerdo con los libertario en CABA, que se podría cristalizar con una lista de senadores encabezada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, genera resistencia interna. “¿Para qué? ¿Qué le vamos a decir a la gente si vamos con LLA? Porque en la provincia es para ganarle al kirchnerismo, un argumento que se agota en esta elección. En nuestro caso, ¿qué hay que evitar?. No lo sé. El PRO tiene una identidad que preservar, y eso va más allá de un resultado electoral”, planteó la diputada nacional a sus asesores.

Más allá la resistencia interna, y ante la consulta de Infobae, uno de los referentes libertarios en CABA fue tajante: “No estamos pensando en octubre aún, pero no hay espacio para una alianza (con el PRO). ¿Por qué lo haríamos?“. Los libertarios harán sentir el peso de la victoria de mayo en la legislatura porteña, donde el macrismo necesita consensos para las leyes que necesita Jorge Macri en el segundo tramo de su gestión. ”Vamos a garantizar la gobernabilidad, pero eso no quiere decir que vamos a votar un presupuesto a libro cerrado», anticiparon.

Las alternativas para el macrismo, entonces, son volver a presentarse “solos”, como en los comicios de mayo, donde el PRO no sólo cayó a 15,9 % a nivel global, sino que perdió presencia territorial ciudadana en todas las comunas, o intentar rearmar una oferta electoral que pueda aglutinar a los partidos que integraron Juntos por el Cambio.

“Creo que hay que armar una lista que incluya la renovación, pero que sea amplia en términos de la cantidad de partidos que la integran. No creo que tengamos que hacer lo mismo de siempre, pero creo que sí tenemos que estar juntos y aún con una perspectiva electoral complicada, probablemente para ser tercera fuerza, pero con la posibilidad de sembrar algo futuro”, sostuvo un histórico dirigente del PRO.

Los radicales, o por lo menos un sector, apoyan la creación de esta tercera opción al kirchnerismo y a LLA, con la hipótesis de que hay un 30% del electorado que no se siente representado por ninguna de esos dos espacios. “Ese electorado necesita una única oferta”, explicó un dirigente radical a Infobae. “Si el PRO está, mejor. Si no, también. Todos los que pensamos parecido tenemos que ir juntos. La Coalición Cívica, el socialismo, los independientes. El diálogo ya comenzó”.

La ciudad de Buenos Aires fue durante dos décadas la base sólida del PRO. Hoy, es un territorio en disputa, fragmentado, donde se juegan múltiples batallas a la vez. Los comicios de octubre no solo representan la elección de 13 diputados nacionales, donde el macrismo pone en juego cuatro bancas, y tres senadores (donde buscará mantener el escaño que deja Guadalupe Tagliaferri), sino también el inicio de la carrera hacia el 2027.

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