Uno de los objetivos que el presidente Javier Milei tiene en mente para el 2026 es convocar a una cumbre que nuclee a las expresiones de derecha a nivel regional y que se muestran en sintonía con el alineamiento estratégico que mantiene el país con el republicano Donald Trump en Estados Unidos, el principal aliado de la administración libertaria.
Según supo Infobae de una importante fuente con acceso al despacho presidencial, el mandatario madura la idea -hasta ahora incipiente- de dar forma a un evento que convoque a los máximos exponentes defensores de la libertad de la región para avanzar en la consolidación de una alianza estratégica que oficie de contrapeso a los gobiernos populistas.
Desde el desembarco del libertario en el sillón de Rivadavia, los triunfos de candidatos de coincidencias ideológicas esperanzan a la Casa Rosada en el objetivo de juntar aliados para amplificar el discurso en defensa de la propiedad privada que permita neutralizar la influencia del populismo en la región tan fuertemente cuestionado.
Aún sin fecha y con la Argentina con deseos de oficiar de sede, en la administración libertaria anticipan que intensificarán los esfuerzos para concretar las voluntades del mandatario de reunir a José Antonio Kast (Chile), Rodrigo Paz (Bolivia), Daniel Noboa (Ecuador) y Santiago Peña (Paraguay). También podría formar parte del intercambio el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de aceitado vínculo con el libertario, y el peruano José Jeri.

Con varios de los mencionados, el mandatario logró sellar encuentros bilaterales para acercar posiciones y potenciar el vínculo, y protagonizó algunas visitas en los últimos meses con la intención de consolidarse como el exponen del bloque conservador.
Tras la victoria del reciente electo presidente de Chile, quien visitó Casa Rosada el día después de la segunda vuelta en la que se impuso por sobre la candidata del oficialismo Jeannette Jara con casi el 60% de los votos, los libertarios celebraron el cambio de rumbo de varios países de América del Sur lo que le valió las críticas de funcionarios de Brasil. “La izquierda retrocede. La Libertad Avanza”, fue el polémico posteo que replicó el jefe de Estado en su cuenta de Instagram junto a un mapa que diferenciaba a Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile y la Argentina como el progreso mientras que Brasil, Colombia y Venezuela estaban representados por asentamientos.
Durante su exposición en la Cumbre del Mercosur que se llevó adelante el 20 de diciembre en Foz de Iguazú, y ante la mirada atenta de su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el libertario dio su visión sobre el futuro del continente, se mostró crítico de Nicolás Maduro en Venezuela y elogioso de la política exterior de Trump.
“La nueva Sudamérica llega desde el futuro. Está en este bloque decidir si va a moverse con este viento de cola o aferrarse al mástil del pasado para luchar contra el cambio que nuestros países necesitan y exigen”, sentenció en un nuevo intento por quebrar las restricciones comerciales establecidas por el bloque regional, ahora con más espalda.

En la administración libertaria aseguran que el mandatario se impone como “el líder natural” de la potencial alianza ideológica que -aclaran- no tendría carácter institucional y sostienen que el intercambio coordinado podría tener lugar durante el 2026. Hasta el momento se trata de una idea incipiente que terminará de tomar forma con el correr del nuevo año.
“Los recientes acontecimientos en la región confirman que este cambio de rumbo no es aislado. La victoria de José Antonio Kast en Chile expresa una clara demanda social por economías más competitivas, abiertas y flexibles, capaces de generar crecimiento genuino a partir del trabajo, la inversión y la libertad económica”, destacó ante Lula da Silva (Brasil), Yadmandú Orsi (Uruguay) y Santiago Peña (Paraguay) y representantes de los gobiernos de Ecuador, Chile, Bolivia, Perú y Colombia.
Algo similar expresó en la edición de enero de 2025 del Foro Económico de Davos, donde destacó la coordinación con las naciones aliadas con referentes como Giorgia Meloni (Italia), Nayib Bukele (El Salvador), Viktor Orbán (Hungría), Benjamín Netanyahu (Israel) y Donald Trump (Estados Unidos).
Incluso, según supo este medio, se cursaron algunos contactos para aceitar la articulación conjunta para dar lugar a lo que se pensaba como una especie de Liga de Naciones Conservadoras para dar de manera mancomunada la batalla cultural en defensa de la propiedad privada, el capitalismo y las ideas de la libertad. La idea que finalmente no tuvo lugar buscaba emular la Liga de las Naciones, fundada en 1920.



