El próximo Senado: qué arriesga cada fuerza, el tercio para bloquear y el sueño de adueñarse del quorum

0
1

El pleno del Senado durante una sesión realizada este año (Gustavo Gavotti)

Las elecciones legislativas de octubre próximo servirán para renovar la mitad de Diputados y un tercio del Senado, en el último caso, con las 24 bancas por seis años correspondientes -tres por cada distrito- a Capital Federal, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Neuquén. En la Cámara alta, en medio de un clima más que espeso entre oficialistas y opositores, los potenciales escenarios tienen tres claves: lo que perdería el kirchnerismo -apuesta a mantener poder de fuego y un tercio propio de bloqueo-, el sueño de la Casa Rosada de triplicar sus “puros”, y el incipiente jugueteo de gobernadores para lograr un espacio que obligue al Gobierno libertario a negociar, pero que, en 2024 y 2025, quedó sin cumplir su objetivo.

Quiénes finalizan su mandato

*Ciudad de Buenos Aires: Guadalupe Tagliaferri (Pro), Martín Lousteau (UCR), Mariano Recalde (Frente de Todos).

*Chaco: María Inés Pilatti Vergara y Antonio Rodas (Frente de Todos), Víctor Zimmermann (UCR).

*Ríos: Alfredo De Ángeli (Pro), Stella Maris Olalla (UCR). Falta que asuma Stefanía Cora (Frente de Todos), en reemplazo del expulsado Kueider.

*Neuquén: Oscar Parrilli y Silvia Sapag (Frente de Todos), Lucila Crexell (Movimiento neuquino-Provincias Unidas).

*Río Negro: Martín Doñate y Silvina García Larraburu (Frente de Todos) y Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro, la fuera líder del distrito).

*Salta: Juan Carlos Romero (Provincias Unidas), Sergio Leavy y Nora Giménez (Frente de Todos).

*Santiago del Estero: Claudia Ledesma Abdala -ex mandataria y esposa del gobernador, Gerardo Zamora-, José Neder y Guillermo Montenegro, que ingresó por la banca de la minoría y se sumó al bloque kirchnerista.

*Tierra del Fuego: María Duré y Cristina López (Frente de Todos), Pablo Blanco (UCR).

Cuentas a futuro

La Libertad Avanza, que comanda Ezequiel Atauche (Jujuy), arrancó con siete y en la actualidad se encuentra con seis -la Casa Rosada eyectó al formoseño Francisco Paoltroni, que continúa como aliado- y aspira, como meta ideal, triplicar y alcanzar los 17/18 “puros”.

El jefe libertario en el Senado, Ezequiel Atauche (Adrián Escandar)

A dicho guarismo se llegaría con sumatorias de un espacio -en cada distrito- en Entre Ríos y Chaco. Luego, empiezan los bamboleos: uno o dos en Neuquén y Río Negro, respectivamente, y quizás otro en Santiago del Estero. En el Gobierno creen que en la Ciudad de Buenos Aires, Salta y Tierra del Fuego -que vota kirchnerismo hace largos años- serían dos.

Gran parte de lo que saque uno lo perderá otro. La lupa se direcciona entonces al interbloque del Frente de Todos, que preside el formoseño José Mayans. Hoy cuenta con 34 legisladores y perdería las dos bancas por la mayoría en un par de provincias. Entonces, el operativo contención -esto es, claro está, ante una mala elección- apuntaría a quedarse, en el peor escenario, con 26 soldados y tener el tercio mínimo -24- para, por ejemplo, forzar un acuerdo para nuevos jueces de la Corte Suprema.

El resto de las bancadas también hacen números, como el PRO y la zigzagueante Unión Cívica Radical (UCR), y miran de reojo las negociaciones con el Gobierno no sólo para los comicios de octubre, sino también para la agenda legislativa desde el 10 de diciembre próximo. En el medio quedan los para nada despreciables silvestres provinciales, cuyos gobernadores quedaron en el medio de interminables idas y vueltas -y un sinfín de operaciones- sobre espacios de poder en la Cámara alta para convertirse en árbitros del quorum (37).

El grupo de senadores kirchneristas (Maximiliano Luna)

La mecánica ya se repite, incluso, sin las listas cerradas, tras la foto del miércoles de cinco mandatarios -Santa Cruz, Chubut, Santa Fe, Jujuy y Córdoba- y la meta encubierta de un supuesto interbloque que definiría, si la estrategia es bien ejecutada, la posibilidad o no de abrir el recinto. El problema está, en base a lo ocurrido meses anteriores: que no dividan a sus legisladores en diversas bancadas -huevos en diferentes canastas-; que los propios gobernadores, tras las elecciones, cierren acuerdos con la Casa Rosada; y, como última opción, que no quieran participar y naden en solitario. Todo está por verse. En el mayor optimismo, La Libertad Avanza y aliados circunstanciales alcanzarían, en principio, una meta de entre 40 y 42.

Con la esperable reactivación de la agenda en el Senado, será más que interesante escuchar el martes próximo a Romero, uno de los creadores del “grupo de los 39”. Es uno de los últimos jinetes de peso que hizo posible que el oficialismo sesionara en la Cámara alta y que termina su mandato, luego de varios. El justicialista anti K realizará “una jornada de reflexión sobre el recorrido político, los desafíos del presente y lo que vendrá”. El Gobierno debería tomar nota.

También tendrá que hacerlo la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que desde diciembre pasado -como mínimo- no consigue salir de un espiral de errores no forzados. Lo que un par de legisladores comienzan a preguntarse es si su promocionado y renovado equipo de asesores recientes juega más a favor de ella o de la Casa Rosada, que dictaminó una ruptura total. Su último secretario administrativo -la caja- y amigo, Emilio Viramonte Olmos, renunció a los pocos días de haber sido votado por el pleno. Un papelón.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí