El Gobierno se mostró indiferente, en público, tras la masiva protesta que organizó el peronismo frente a la propia Casa Rosada para respaldar a Cristina Kirchner en su primer día de detención domiciliaria por corrupción. Sin embargo, por lo bajo relativizaron los números que brindó el kirchnerismo sobre el caudal de manifestantes
Desde La Cámpora aseguraron que habían contabilizado a un millón de personas distribuidas entre la Plaza de Mayo, la avenida de Mayo y las diagonales. Pero en la administración nacional dijeron que habían contabilizado un caudal mucho menor frente a la Casa de Gobierno, que amaneció vallada y obligó a los asistentes a restringirse a la mitad del lado del Cabildo y la Catedral.
Según los números del Gobierno, en la plaza hubo 25 mil personas; en la esquina de la casa de Cristina Kirchner 2500; en la intersección de 9 de Julio e Independencia 3000; en la esquina con Belgrano 5000; en “otras zonas” 7000; y en el Congreso, en la protesta de jubilados, apenas 30. En suma, no contaron más que 40.530, dijeron.
Milei no estuvo hoy en Casa Rosada; sí Karina Milei, que convocó a la habitual reunión política que llaman “de mesa chica” temprano con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su segundo, Lisandro Catalán; el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el asesor de la secretaria general en Casa Rosada, Lule Menem. El vocero, Manuel Adorni, a pesar de que no confirmó hasta última hora, retomó hoy su conferencia de prensa que hace espaciadamente.
En Gobierno quisieron mostrar que continuaban con las actividades oficiales a pesar de los amedrentamientos políticos que llegaban desde la calle. Querían mostrar indiferencia, y buscaron desligarse de las expresiones violentas del posible candidato bonaerense, José Luis Espert, que insultó a Florencia Kirchner. “Fue cosa de él”, dijeron, a pesar de que el economista amigo de Milei denunció que militantes kirchneristas habían vandalizado su vivienda.
En la misma línea, Milei mantuvo su agenda en privado, como es habitual; y se dedicó a tuitear desde Olivos justo cuando la marcha empezaba a desconcentrarse, pasadas las 16. No dirigió un solo mensaje para Cristina Kirchner. En cambio, replicó decenas de ideas de otros usuarios, referidas principalmente a datos económicos.
Por lo bajo, sí hubo opiniones libertarias. Por la mañana, antes de que se iniciara la manifestación convocada para las 14, previeron una jornada de ademanes violentos. Una predicción que finalmente no se cumplió. Y por la tarde, cuando había terminado, dijeron sentir “pena por la gente” que aún sigue a Cristina Kirchner. Además, contabilizaron a la baja la cantidad de manifestantes.
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