El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, optó por guardar silencio sobre los ingresos y movimientos sospechosos encontrados en sus cuentas por la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) a la Fiscalía Especializada en Criminalidad Organizada.
Según un informe difundido este miércoles por La República, el dirigente implicado en una presunta trama de corrupción tampoco respondió a sus consultas ni remitió respuestas a través de su abogada, Giuliana Loza. El levantamiento del secreto bancario y tributario reveló que, entre 2019 y 2023, Lozano recibió fondos por aproximadamente S/3 millones.
A pesar de que el cargo que ostenta es honorario y el presidente de la FPF no percibe un salario, obtuvo pagos significativos, como los S/637,128 reportados por la SUNAT. Sin embargo, esta cifra no concuerda con lo informado por la FPF, que señala un desembolso menor asociado a su rol en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Siempre según el reportaje, inconsistencias adicionales incluyen pagos en dólares efectuados a Lozano en 2019, así como la emisión de cheques por S/165,000 retirados de cuentas en la Caja Piura.
Según la hipótesis del fiscal Juan Orihuela, desde su ascenso a la presidencia, Lozano incrementó su patrimonio mediante operaciones aprobadas por la Junta Directiva de la FPF. El Ministerio Público estima que estos movimientos podrían implicar al directivo en el presunto delito de lavado de activos, en modalidades como conversión y ocultamiento.
Además, la investigación de la División de Investigación de Estafa y Otras Defraudaciones de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) reveló gastos personales elevados con una tarjeta de crédito entregada por la FPF para sus actividades, incluido consumos en restaurantes de lujo. Por ejemplo, en Central de Virgilio Martínez y Pía León, se gastó S/8,595 en un día; almuerzos frecuentes en Fiesta de Héctor Solís llegaron hasta S/1,481; y en Charrúa de José Ramenghi, un gasto único de S/1,921. Ante la Fiscalía, el directivo dijo que los gastos con la tarjeta eran “gastos de representación”.
A pesar de las acusaciones, el jefe de prensa de la FPF, Elkin Sotelo, aseguró a La República que toda la información económica está debidamente registrada ante la Fiscalía. Por su parte, el asesor legal de la Agremiación de Futbolistas del Perú, Jhonny Baldovino, subrayó que Lozano no posee un sueldo como presidente de la FPF, ya que percibe únicamente dietas por sus funciones directivas y de la Conmebol.
Además, Óscar Romero, presidente de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional (ADFP), aclaró que los pagos de la Conmebol al directivo deben ser depositados en su cuenta personal y no a nombre de la FPF. “En ninguna parte de los estatutos de la FPF se indica que al presidente se le contrata o hay que pagarle sueldo. Eso no existe. A un presidente se lo elige y es ad honorem”, dijo al diario.
Lozano fue liberado el martes pasado luego de que el Poder Judicial revocara la orden de detención preliminar de 15 días. La Quinta Sala Penal de Apelaciones Nacional decretó su liberación junto a otros tres implicados, después de que la Fiscalía había solicitado 36 meses de prisión preventiva como parte de la investigación de un presunto uso indebido de recursos de la FPF y la supuesta entrega de favores a clubes nacionales, así como por la acusación de reventa de entradas y de viajes al Mundial de Catar 2022.
También quedaron en libertad los presidentes de los clubes Sporting Cristal y Cantolao, Joel Raffo y Karen Mandriotti. Durante la audiencia judicial, Lozano afirmó que la Fiscalía se equivoca cuando lo responsabiliza de un presunto desfalco en la FPF y dijo que su gestión “puede demostrar que es una federación con una estabilidad económica consistente”. Acotó que le hacen “tanto daño” porque pone orden y “no les gusta la disciplina”.
