Los llamativos hábitos de Luis Enrique para mantener su físico a los 55 años: “Un atleta total”

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El notable protagonismo de Luis Enrique en los últimos años en el fútbol no se debe únicamente a sus importantes logros deportivos, sino a la atención que ha generado su excepcional estado físico a los 55 años, un aspecto que ha marcado tendencia en el entorno del París Saint-Germain. El entrenador asturiano siempre llamó la atención por sus excéntricos hábitos para mantener su forma: actividades para conectar con la “tierra”, fanatismo por el ciclismo y una exigente rutina de entrenamientos. La imagen del español, que combina la exigencia de los banquillos con una disciplina personal digna de un atleta profesional, ha revolucionado las redes sociales.

El impacto de Luis Enrique en el PSG trasciende lo táctico y lo futbolístico. Bajo su dirección, el club ha alcanzado un nivel de exigencia física y mental inédito, con futbolistas que responden a un patrón de intensidad y disciplina. Al punto de que ganaron la primera UEFA Champions League de la historia y llegó a la final del Mundial de Clubes. Sin embargo, en los últimos días, el foco mediático se ha desplazado del vestuario al propio entrenador, cuya forma física ha sorprendido incluso a la prensa gala.

A pesar de su edad, Luis Enrique mantiene una rutina de entrenamiento que se asemeja a la de un jugador en activo. “No puedo entrenar como un atleta porque tengo 55 años; soy más un abuelo que un profesional de alto nivel. Pero me gusta mantenerme activo, hacer deporte es importante para mí como persona. El deporte forma parte de mí”, declaró el entrenador en una entrevista con L’Équipe.

Luis Enrique es apasionado por el ciclismo

En esta misma línea, el ciclismo ocupa un lugar central en la vida de Luis Enrique. Según informó el diario francés, es habitual verlo recorriendo las carreteras en bicicleta. Tras conquistar la Champions League con el PSG, se viralizó un vídeo en el que aparecía pedaleando y cantando el himno del club, una imagen que muchos aficionados aún recuerdan. Para el técnico, el ciclismo es más que un pasatiempo: representa un ritual de equilibrio mental.

Suele viajar antes y después de los entrenamientos para desconectar, aunque reserva las rutas más largas para Barcelona, donde aprovecha los parones internacionales para diseñar sesiones físicas más exigentes. “Me sirve para evadirme un poco de lo que es el fútbol”, comentó. En septiembre, sufrió una caída durante uno de sus recorridos en bicicleta que le provocó una fractura de clavícula. Pese a esto, el asturiano no cortó con su rutina y siguió dirigiendo al equipo durante la semana y en los partidos.

L’Équipe lo describe como “un atleta total, casi obsesivo en su relación con el cuerpo”. Esta percepción se refuerza con los hábitos que mantiene: inicia cada jornada con un café seleccionado al detalle junto a su cuerpo técnico y sigue una dieta equilibrada, rica en verduras y productos naturales. La disciplina se extiende a otros aspectos de su vida cotidiana.

El entrenador recibe masajes y tratamientos de los fisioterapeutas del club y frecuenta el gimnasio con regularidad. Un empleado del PSG comentó al medio: “Cuando llega tarde, todos sabemos que probablemente está en el gimnasio o con los fisios”. En un documental realizado hace algunos años, comentó: “Cada media hora hay que moverse, todos los grupos musculares. Estamos en el despacho unas 8 o 10 horas, somos lo que se llama sedentarios activos”.

A pesar de su férrea disciplina, Luis Enrique también se permite pequeños placeres. Tras los partidos, rara vez sale, pero cuando lo hace, elige restaurantes discretos en el oeste de París y disfruta de una buena botella de vino. “Su único vicio”, según reconocen quienes le rodean, es precisamente ese momento de disfrute gastronómico.

Luis Enrique sufrió un fuerte accidente en bicicleta en septiembre (REUTERS/Benoit Tessier)

Vale recordar que durante el Mundial de Clubes se viralizó una de las llamativas actividades que realiza Luis Enrique. En uno de los entrenamientos del equipo, se puso a caminar descalzo y sin camiseta por el campo, aplicando la práctica conocida como “earthing-grounding”, que busca conectar con la Tierra y a la que algunos estudios atribuyen beneficios para la salud.

Luis Enrique también suele llamar la atención por sus innovadoras medidas centradas en el fútbol. En la presente temporada observó varios partidos del PSG desde un lugar específico de la tribuna, en lugar de ocupar su habitual puesto en el banco de suplentes. Explicó que tanto él como su cuerpo técnico llevan tiempo buscando nuevas formas de mejorar su desempeño. “He visto a entrenadores de rugby seguir los partidos con una perspectiva muy diferente durante mucho tiempo. Me gusta la oportunidad de buscar esa mejora. Quería seguir la primera parte desde la grada y es magnífica. Es diferente. Puedo controlarlo todo”, afirmó el DT en declaraciones que tomaron los medios en Francia.

Cabe resaltar que la temporada más reciente al frente del París Saint-Germain ha sido histórica para Luis Enrique, quien logró el primer triplete en la historia del club, un hito que ya había alcanzado anteriormente con el Barcelona en 2015. Este éxito deportivo se suma a la admiración que despierta su sorprendente estado físico y su capacidad para mantener una disciplina de entrenamiento comparable a la de un deportista profesional, incluso después de haber superado una fractura de clavícula.

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