- Las principales incidencias de un partido que dominaron los Pacers
Indiana Pacers se impuso ante Oklahoma City Thunder por 108-87 en el Bankers Life Fieldhouse, igualó la serie final de la NBA a tres victorias por lado y forzó un séptimo partido, que definirá al nuevo campeón de la liga estadounidense el próximo domingo 22 de junio, en el Paycom Center, desde las 21 (hora de Argentina).
Los locales, que contaron con el apoyo de un público fervoroso, que también jugó su partido, construyeron su victoria a partir de un arranque potente: sumaron 64 puntos en los primeros dos cuartos y lograron una ventaja de 30 unidades en el tercer período. Seis jugadores del conjunto dirigido por Rick Carlisle alcanzaron cifras de doble dígito en anotación, destacándose Obi Toppin, quien aportó 20 puntos desde el banco, y Pascal Siakam, quien logró un doble-doble con 16 puntos y 13 rebotes.
Por el equipo visitante, Shai Gilgeous-Alexander lideró la ofensiva con 21 puntos, aunque cometió 7 pérdidas de balón. Su compañero Jalen Williams, figura del anterior encuentro con 40 anotaciones, sumó esta vez 16. El resto del quinteto de Oklahoma City tuvo poca incidencia: Chet Holmgren anotó 4 puntos, Luguentz Dort registró 2 y Alex Caruso no marcó.
El desarrollo del partido mostró el dominio de los Pacers a partir del minuto 2 del primer cuarto, tras un arranque 10-2 a favor de los Thunder. Desde ese momento, la defensa de Indiana neutralizó los ataques rivales y se destacó por la efectividad en lanzamientos de tres puntos, donde logró un 34,1%. El entrenador pudo dosificar la actividad de Tyrese Haliburton, una de las grandes figuras de la franquicia, quien arrastra una lesión que lo limitó. Haliburton aportó 14 puntos, recuperándose tras un desempeño anterior con apenas 4 unidades.
En Oklahoma, favorito natural en esta definición, ya se frotaban las manos con la posible consagración. No es para menos: la franquicia estaba match point y los números la avalaban: además de tener en sus filas al MVP de la temporada, Shai-Gilgeous Alexander, cuenta con el mejor récord de la temporada regular (68 triunfos y 14 derrotas), su localía es la más fuerte de la NBA (perdieron 6 partidos), es el equipo que más juegos ganó de visitante, el que posee la diferencia de puntos más alta y el tercero con mejor defensa.
Pero los Pacers salieron a vender cara su derrota, con el anhelo de no volver a quedar en la puerta de coronarse como el mejor de la liga estadounidense (en 2000 también llegaron a la final, pero sucumbieron 4-2 ante los Lakers de Phill Jackson, Kobe Bryant y Shaquille O’Neal; el técnico de Indiana era el mítico Larry Bird –gloria de los Celtics- y entre sus figuras estaban el tirador Reggie Miller, el base Mark Jackson y el integrante del Dream Team Chris Mullin). Y todavía están en carrera. La corona se pondrá en juego en el séptimo partido, donde ya no habrá revancha para ninguno de los dos aspirantes al anillo.
