Gol de mitad de cancha, penal errado y dos rojas: los electrizantes últimos 3 minutos del River-Boca en el Superclásico de futsal

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En el Polideportivo Quinquela Martín, el Superclásico entre Boca Juniors y River Plate correspondiente a la 18ª fecha de la Primera División de futsal no defraudó. El Millonario se quedó con un triunfo 2-1 en un partido que tuvo todos los condimentos pero dejó unos minutos finales para la historia con un equipo que incluso tuvo que soportar la ventaja durante varios segundos con apenas tres jugadores.

Los primeros 20 minutos terminaron empatados sin goles, pero el vértigo se destapó en el complemento y, en especial, en los minutos finales. Cuando se habían disputado poco más de tres minutos, el Xeneize tuvo en sus pies la oportunidad de lastimar con una buena presión que le permitió a Yáñez puntear la pelota. Pero su control defectuoso terminó en los pies del arquero rival, quien agilizó una salida rápida aprovechando ese hueco.

Lucas Leichner encabezó bien la contra, se sacó un rival de encima y sacó un puntazo rasante que el arquero logró tapar, pero dejando un rebote que aprovechó al lado del arco Iván Curet. Con el duelo 0-1, el equipo de Sebastián Mareco fue por más y puso de arquero jugador a Facundo Russo para unos minutos finales que serían alocados.

El Millonario sostuvo el marcador por la mínima a pesar de los embates y su compromiso con la marca tuvo premio: Julián Caamaño anotó desde atrás de la mitad de cancha el 2-0. El arquero-jugador salió a buscar la ansiada igualdad, pero la pelota quedó dividida y con cuatro jugadores disputándola. El rebote le cayó redondo al hombre de River, que levantó la cabeza y de primer acertó al arco rival, para firmar el segundo a pesar del esfuerzo de Gerardo Menseguez por sacarla de la línea con una chilena. Quedaban tres minutos y 13 segundos (el reloj se detiene ante cada interrupción del encuentro) por delante que serían cargados de tensión.

El autor del gol se sacó la remera y fue expulsado, dejando a su equipo con tres jugadores de campo por los próximos dos minutos (o permitiendo el ingreso de su reemplazo ante un gol del rival). Con tres minutos por delante, el arquero Patricio Aguirre sostuvo el cero en su arco pero Boca tuvo su chance. El reloj indicaba que quedaba 1 minuto y 40 segundos cuando se pitó un penal por falta de Eliseo Romero sobre Matías Bonino, convertido en ese tramo en arquero-jugador.

Por esta falta, el 10 del Millonario vio la segunda amarilla y también fue expulsado. Con el penal por delante, todavía quedaban 24 segundos para permitir el ingreso de un jugador por Caamaño. Es decir: River tenía dos jugadores en el campo.

Lautaro Yáñez se hizo cargo de la pena máxima, pero el capitán de los de Núñez se hizo gigante como durante todo el duelo y contuvo el disparo del 10 rival. Con 1 minuto y 27 segundos disponibles en el reloj todavía, los comandados por Mauro Riente debían soportar la ventaja con el arquero y dos jugadores de campo.

El festejo del plantel de River tras la victoria (Foto: @RiverClub1901)

En ese tramo, Boca tuvo una chance con Bonino, pero Aguirre otra vez ratificó su condición de figura para contener el disparo e intentar inmediatamente una contra ante el arco vacío de Boca. Todavía con un jugador menos y 56 segundos de reloj, el Xeneize enhebró una gran jugada para que Yáñez aproveche ahora sí la superioridad numérica que le permitió anotar el 2-1 que sería definitivo.

Según informaron en TyC Sports, River llevaba 17 años sin poder ganar en el Quinquela Martín y, para colmo, venía de perder 3-1 el Superclásico de marzo pasado que definió al Xeneize como campeón de la Supercopa de futsal. Con este tanteador, el elenco de Núñez –que había igualado 2-2 el derby ante Boca de la primera fecha de este mismo torneo– alcanzó los 37 puntos para posicionarse cuarto detrás del elenco de La Ribera (38) y a cinco de los líderes, Barracas Central y Kimberley.

“La verdad que soñamos con este día. Vine a River para jugar estos partidos, soy hincha de River. Hacer un gol hoy y ganar en esta cancha es lo más grande. Una alegría para toda la gente de River”, declaró Caamaño, actor clave en el cierre. “Les quiero pedir perdón a mis compañeros porque me olvidé de la amarilla. Justo había hablado que si hacía un gol me iba a sacar la remera. Me acordé de eso y me olvidé de la amarilla. Pero bueno, sabemos sufrir y hoy nos tocó el premio a nosotros. Este equipo tiene corazón, hambre de gloria. Acá vinieron pibes a jugar este año que son hinchas de River: no vinimos por la plata, vinimos a jugar a River porque somos hinchas de River de corazón”, agregó sobre la expulsión que dejó a su equipo con uno menos en el tramo final.

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