Escándalo en el Olympique de Marsella por la pelea entre dos estrellas: “Nunca vi algo así en mi vida”

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El Marsella, en medio de un escándalo

El comienzo de temporada del Olympique de Marsella no fue el esperado. Si bien en su último compromiso logró dejar atrás la derrota en el debut de la Ligue 1 frente al Rennes, con una notable victoria por 5 a 2 sobre el París FC, en el plantel liderado por Roberto De Zerbi siguen las internas.

Es que después de la inesperada caída inicial, Adrien Rabiot y Jonathan Rowe se tomaron a golpes en el vestuario y el escándalo continuó en los entrenamientos. El mediocampista francés, quien viste la camiseta de su selección, quedó en el centro de la escena después de protagonizar una violenta pelea con el joven inglés, episodio que derivó en la suspensión de ambos jugadores del primer equipo y aceleró la salida del futbolista de Le Bleu.

Según los últimos comunicados oficiales de la entidad gala y lo ratificado por el propio entrenador durante el último encuentro ante los medios, Rabiot vive sus últimas horas como integrante del Olympique.

El escándalo estalló tras la derrota por la mínima diferencia ante el Rennes, cuando el técnico italiano decidió apartar a los dos protagonistas del incidente. El club detalló el comportamiento de ambos futbolistas como “inaceptable” y resolvió que fueran incluidos en la lista de transferibles, una solución avalada por el personal técnico y fundamentada en el reglamento interno de la institución.

Nunca vi algo así en mi carrera”, aseguró el presidente del club, Pablo Longoria. Por su parte, el estratega italiano fue mucho más incisivo en sus declaraciones: “No voy a prostituirme por un jugador que nos hace ganar partidos”.

La intervención del personal de seguridad y la gravedad del episodio impactaron no solo al plantel, sino al propio cuerpo técnico. Tal es así, que De Zerbi comparó lo sucedido con una pelea que podría darse en un pub: “En un lugar de trabajo, si dos empleados se pelean, como en un pub inglés, con un compañero tirado en el suelo porque ha perdido el conocimiento (Bakola), ¿qué debe hacer el empleador en Francia? Hay dos soluciones: la suspensión o el despido”.

Rabiot y Rowe, tras el altercado, fueron excluidos de los entrenamientos y los partidos oficiales. El mensaje institucional se enfocó en la necesidad de restablecer el orden y la jerarquía en el vestuario. “En un club de fútbol, como en cualquier lugar, debe haber una jerarquía. El club está por encima de todo. Antes de los jugadores, está el entrenador y el club. En la historia reciente, Marsella ha sido protagonista por una falta de orden, una falta de ética dentro del club. Por eso, tuvimos que tomar esta decisión justa, temporal al principio”, explicó De Zerbi al detallar su visión de liderazgo y convivencia en el fútbol profesional.

El enfrentamiento entre los dos futbolistas disparó reacciones inmediatas en la dirigencia del Olympique, que priorizó la disciplina y el respeto a la autoridad técnica por encima del rendimiento individual. En ese contexto, De Zerbi insistió en que ningún jugador, por talentoso que sea, puede desafiar los valores y la convivencia en una institución como la marsellesa. “Hay otros jugadores fuertes, otros entrenadores fuertes en todos lados. Pero hay que mantener nuestro comportamiento, quedarnos en nuestro lugar”.

La polémica continuó fuera del vestuario con la intervención de la madre y representante de Rabiot, quien responsabilizó públicamente al Olympique de Marsella de no contar la verdad sobre el altercado. De Zerbi respondió sin ambigüedades al señalamiento, defendiendo a los dirigentes del club: “En el entorno de Rabiot se dicen cosas falsas. No sobre mí, sino sobre Pablo Longoria y Benatia. Yo soy sincero. Rabiot vino a hablar conmigo después de una semana. La madre olvidó dos cosas: yo decidí hacerlo capitán. Y en un año, le di más atención y cariño a su hijo que al mío. ”.

El técnico italiano relató detalles personales de su relación profesional con Rabiot, y subrayó la naturaleza irreversible de lo ocurrido. “Hace diez días, cuando estaba buscando una casa, le dije que le daba la mía en Aix-en-Provence y que yo me iría a un hotel. Lo hice por él. Adrien está arrepentido. Piensa que la decisión fue demasiado grave, demasiado importante. Pero le dije que si hubiera sido mi hijo y yo hubiera sido su entrenador, habría hecho lo mismo como entrenador. Le di un consejo paternal sobre lo que haría si estuviera en su lugar. Pero ahora él decidirá qué quiere hacer”.

El futuro de los futbolistas es completamente opuesto. El ex Juventus era uno de los líderes del equipo y había aceptado una rebaja salarial para renovar contrato, pero el incidente provocó que se cayera su continuidad y ahora deberá buscar un nuevo destino. Su madre y representante, Veronique Rabiot, cuestionó la medida y la calificó de “desproporcionada”.

El caso de Rowe, en cambio, se resolvió con velocidad y su salida se concretó después de unas fugaces negociaciones. El extremo inglés seguirá su carrera en el Bologna de Italia.

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