El codazo de un compañero que dejó sentido a Mac Allister y desató la polémica en el triunfo del United al Liverpool

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Un fuerte golpe en la cabeza de Alexis Mac Allister marcó el inicio de una tarde difícil para el Liverpool en Anfield, donde el equipo local cayó 1-2 ante el Manchester United y profundizó su mal momento. El incidente, que involucró al mediocampista argentino y a su compañero Virgil van Dijk, precedió al primer gol del United y generó polémica por la falta de revisión arbitral. La derrota, la cuarta consecutiva entre Premier League y Champions League, dejó al conjunto dirigido por Arne Slot en una situación delicada en la tabla, mientras el United celebró un triunfo que no conseguía en ese estadio desde 2016.

El episodio que condicionó el desarrollo del clásico inglés ocurrió a los tres minutos de juego. Mac Allister recibió un codazo accidental en la nuca por parte de Van Dijk cuando ambos disputaban un balón aéreo frente al camerunés Bryan Mbeumo. El argentino quedó visiblemente afectado, aunque permaneció en el campo con un protector en la cabeza. La jugada resultó determinante, ya que Mbeumo, tras recuperarse rápidamente del choque, aprovechó la desorganización defensiva y anotó el primer tanto para el Manchester United.

La reacción del cuerpo técnico del Liverpool fue inmediata. El entrenador Arne Slot protestó, argumentando que el gol debía anularse debido al impacto sufrido por Mac Allister. El banco de suplentes reclamó la intervención del árbitro Michael Oliver y del VAR, pero ni el juez principal ni la asistencia tecnológica revisaron la acción. El protocolo de la International Football Association Board (IFAB) sobre conmociones cerebrales exige detener el juego de inmediato ante golpes en la cabeza, una medida que no se aplicó en esta ocasión y que alimentó la controversia en torno a la decisión arbitral.

A pesar del golpe, Mac Allister continuó en el terreno de juego hasta el minuto 62, cuando fue reemplazado por Hugo Ekitiké. El Liverpool, condicionado por la situación física de su mediocampista, tardó en reaccionar y solo logró igualar el marcador a los 78 minutos gracias a un gol de Cody Gakpo, quien capitalizó una jugada tras una oportunidad desperdiciada por Mohamed Salah. Sin embargo, la esperanza local se desvaneció poco después: a seis minutos del final, Harry Maguire conectó un cabezazo cruzado que selló el 2-1 definitivo para el United.






La derrota en el clásico agravó el momento crítico que atraviesa el Liverpool: el equipo sumó su cuarta caída consecutiva, tres de ellas en la Premier League y una en la Champions League, una racha negativa que no experimentaba desde 2021. El conjunto de Arne Slot quedó tercero en la tabla con 15 puntos, a uno del Manchester City y a cuatro del líder Arsenal. El revés ante el máximo rival en el norte de Inglaterra añadió presión a un plantel que no logra revertir su tendencia descendente.

El triunfo del Manchester United en Anfield, además de su significado inmediato en la tabla, puso fin a una larga sequía en ese estadio. La última vez que los Red Devils se habían impuesto como visitantes ante el Liverpool fue en enero de 2016, cuando Wayne Rooney marcó el gol decisivo.

Alexis cae tras el golpel (REUTERS/Phil Noble) El momento de la atención médica (REUTERS/Phil Noble) La protección con la que terminó jugando (REUTERS/Phil Noble)

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