Cuidado, Matt Damon; parece que Ben Affleck encontró a un nuevo mejor amigo. Todo comenzó con El contador, la película de Gavin O’Connor estrenada en 2016, en la que Affleck interpretó a un contador en el espectro autista, con habilidades mentales y físicas extraordinarias, que arreglaba las cuentas de organizaciones criminales. Jon Bernthal, el actor conocido por su trabajo en series como The Punisher y El oso, interpretaba en aquel film al hermano del contador, un asesino a sueldo.
La química entre ambos fue tan buena que, además de la amistad que nació entre ellos, la relación entre los hermanos se convirtió en el corazón de El contador 2, la secuela dirigida por O’Connor, que se estrenará el jueves 24 de abril. En el film escrito por Bill Dubuque, el mismo guionista de la primera, los hermanos se reencuentran luego de no verse durante muchos años y unen fuerzas para encontrar a una mujer que fue víctima de una organización de trata de personas, que opera entre México y los Estados Unidos.
Durante un encuentro virtual con la prensa del mundo, del que participó LA NACION, Affleck y Bernthal se mostraron muy entusiasmados con la posibilidad que les dio la película de actuar juntos. Pero, sobre todo, ambos se deshicieron en elogios para el otro.
En realidad, uno de los artífices de esta amistad fue el propio Damon, famoso mejor amigo, coguionista y socio de Affleck, quien conoció a Bernthal cuando filmaron Contra lo imposible, de James Mangold. “Matt me jodía un poco, haciéndose el gracioso, y hablaba de cómo Jon y él habían conectado -cuenta Affleck, riéndose-. A veces uno se encuentra con gente con la que sentís una conexión profunda. Así que una de las cosas más gratificantes para mí de esta película es -y no quiero avergonzarlo- lo mucho que Jon aparece en la pantalla, lo genial que es, lo cautivador que es, y cómo responde el público. Como director, lo que más me alegra, aunque no haya dirigido esta película, es ver a alguien tener éxito y trabajar tan bien, especialmente cuando sos su fan. Creo que Jon es un tipo duro y fuerte, ha interpretado muchos de esos personajes, pero en este film se ven su dulzura y calidez, la amabilidad y el humor. Es muy divertido. Eso es lo que me impactó cuando lo conocí, y siempre había deseado trabajar más con él”.
Tuvieron que pasar ocho años desde el estreno de El contador para que los actores pudieran reunirse en la secuela, en la que comparten casi toda la película. Affleck y Bernthal son los protagonistas, interpretando a Christian y Braxton Wolff, respectivamente, junto con Cynthia Addai-Robinson, que repite su papel de la agente gubernamental Medina, y Daniella Pineda, que interpreta a una mujer con un pasado misterioso.
“Creo que los ocho años que pasaron, me refiero a Braxton y a las circunstancias de mi personaje en la película, lo definen todo -explica Bernthal, sobre cómo impactó este tiempo en su personaje y la historia-. Son ocho años de espera. Son ocho años de decepción, ocho años de frustración, ocho años de ‘¿cuál es el problema conmigo?‘. ‘¿Por qué tardó ocho años?‘. ‘¿Qué está pasando?‘. Estoy agradecido por eso. Te da algo desde el principio para actuar, te da una gran fuente de emociones en la que podés sumergirte. ¿Y qué significa recibir esa llamada que estuviste esperando? ¿Y qué armadura podés ponerte para actuar como si no estuvieras en esa profunda caverna de emociones? Entonces, creo que las circunstancias de la película, pero también las circunstancias de su realización en sí, que llevaron tanto tiempo y que estábamos en lugares diferentes, realmente entraron en juego y para mí fueron útiles”.
Vidas privadas
En este tiempo que pasó, además de ser blanco de rumores sobre su vida personal, durante su relación con Jennifer Lopez, la carrera de Affleck continuó con ciertos altibajos. Fue parte del universo DC interpretando a Batman, con todo el ruido mediático que eso conlleva; actuó en dramas más íntimos como The Tender Bar, dirigida por George Clooney, y The Way Back, en la que volvió a trabajar con O’Connor. También coescribió junto con Damon y Nicole Holofcener el film de Ridley Scott El último duelo; y regresó a la dirección con Air: la historia detrás del logo, la primera película producida por la nueva compañía que fundó con Damon, Artists Equity.
“Me preparé mucho para la primera película, y luego, parte de mi vida me ayudó en los años posteriores, desarrollando un interés más profundo y una especie de compasión por el personaje -dice Affleck, sobre su regreso al rol de Christian-. En definitiva, lo importante para mí es hacer algo atractivo, que genere empatía, que sea compasivo, interesante y cautivador. Estoy muy orgulloso de la película y la pasé genial”.
Tanto Affleck como Bernthal hacen hincapié en el aspecto más emocional de El contador 2, aunque la película tiene mucha acción, escenas violentas y un humor persistente, que surge de la interacción entre estos hermanos tan diferentes. El actor de The Punisher se caracteriza por papeles de hombre duro y violento, pero pudo demostrar su rango actoral, interpretando a Lee Iacocca en Contra la imposible, al entrenador de tenis Rick Macci en Rey Richard: Una familia ganadora, y en su papel recurrente en la serie El oso, entre muchos otros.
“Para mí, se trata simplemente de la gente con la que trabajas: Ben, Gavin y Bill -dice Bernthal, sobre su decisión de participar en la secuela-. No hay duda. Sabes que no va a ser simplemente una película de acción. Él simplemente no hace eso y no va a ser cualquier cosa. Nadie se involucra más que Gavin (O’Connor, el director). Gavin le ha dado vueltas a cada momento, cada fibra de cada relación, incluso con algunos personajes secundarios; le ha dado una profunda reflexión, y así es también como funciona Bill (Dubuque, el guionista). Y Ben también. Nunca va a ser así con estos tipos”.
Para Affleck, que demostró un profundo conocimiento sobre cine en su trabajo como director de películas sobresalientes como Atracción peligrosa y Argo, se trata de entender al género como un marco de referencia para comunicarse con el público: “Los géneros son simplemente puntos de entrada a una película, que ofrecen familiaridad al público, ya sea un género de acción, una historia de amor, una película de terror o una comedia -dice el actor-. Hay arquetipos familiares, expectativas. Pero, en última instancia, el género en sí mismo es algo vacío. Su objetivo es brindar acceso a una perspectiva o sentimiento, y se puede acceder a él a través de diversos medios, porque los géneros conllevan muchas expectativas, y si las subvertís, te atenés a ellas o cómo te desviás de ellas, forma parte de la forma en la que contas la historia. Ningún género es interesante en el sentido de que tenés un obstáculo y el combate físico como una forma de superarlo y luego resolverlo. Se trata de preguntarte a qué te da acceso esto. En este caso, se trata de dos hombres que intentan conectar, que se aman o tienen dificultades para formar relaciones y se sienten fundamentalmente solos. Creo que la historia es muy conmovedora y universal, y sospecho que muy pocos de nosotros no nos hemos sentido solos, alienados y frustrados por nuestra incapacidad de conectar con las personas que amamos y que nos aman. Y eso es lo interesante. Sea cual sea el género que hagas, ya sea de acción o cualquier otro, la pregunta que te planteas es: ¿Qué hay dentro de esto? ¿A qué nos referimos con este género?”.
Flores y elogios
Los dos actores parecen estar en la misma sintonía sobre lo que les interesó del film, algo que les facilitó crear una complicidad en la pantalla, que se sugería ya en El contador. “Creo que aunque los personajes no pasaron mucho tiempo juntos en la primera película, la historia está ahí -dice Bernthal-. Hay una sensación histórica que es muy importante. Creo que en ese guion, en los flashbacks de su infancia, ese vínculo inquebrantable, la experiencia compartida, estaban ahí. Es raro porque lo tengo a Ben sentado acá, pero él realmente es un héroe para mí. De verdad lo es, por cómo se comporta, por la clase de hombre que es, por la clase de artista que es, por lo que ha hecho con su vida. Es fascinante. Es un héroe para mí y qué alegría poder trabajar con uno de tus auténticos héroes y forjar una verdadera amistad. Lo quiero y lo admiro de verdad, y hubo otras personas a las que he querido y admirado mucho, pero con las que no tenés química fácilmente. Nosotros la tenemos y creo que es un testimonio de lo abierto que es Ben. Es tan fácil improvisar con él. Está abierto a cualquier cosa, en cualquier dirección que quieras tomar. Y realmente no tuvimos la oportunidad de hacerlo en la primera película, y creo que simplemente sucedió de forma natural. Estoy muy agradecido por eso y fue una verdadera alegría, pero no creo que haya forma de explicarlo, ni creo que yo quisiera hacerlo”.
Ante los elogios de su coprotagonista, Affleck insiste en que el aspecto más interesante del film es la relación entre los hermanos. “Sí, se puede tener una película con estrellas grandes, grandes luchas y a mí me gusta, pero para mí como actor tengo tanta suerte si tengo la oportunidad de conocer a alguien como él. Es un un hombre muy especial, poderoso y magnífico, como hombre y como artista”, dice Affleck, sorprendiendo en esta parte de la charla con su perfecto español.
Los elogios podrían ser solo una herramienta de promoción de la película ante la prensa, pero al verlos interactuar en la pantalla, se puede confirmar que la química está ahí y la dupla funciona a la perfección, combinando bien el estilo de cada uno.
“Es interesante, porque lo más difícil de fingir es una relación como la de un cónyuge, un hermano, o alguien con quien tenés cierta familiaridad, con quien te sentís muy cómodo, como un mejor amigo -explica Affleck-. Ese tipo de cosas son de las más difíciles de hacer, por un millón de razones. Y tenés mucha suerte si podés hacer ese tipo de cosas; es muy raro. Jon y Matt son los únicos actores con los que me sentí tan cómodo y tranquilo, y creo que está muy arraigado en… No sé si te sentís cautivado por alguien… No sé si es suerte, es química. No estoy muy seguro. Es lo mismo cuando hablás de historias de amor. Tenés química con alguien. Obviamente, no tenés una relación con esa persona, intentás simularlo. Con amistades masculinas y el tipo de amor entre hombres que se aman como hermanos, de hecho, podés estar más cerca de eso en la vida real que con el otro tipo de relación. Y… es un misterio para mí. Por qué a veces funciona, por qué no, por qué a veces al otro lado de la cámara podés juntar a personas que sí se conocen en la vida real y no te lo crees. Es algo raro y no lo entiendo”.
La madurez
Después de más de tres décadas de carrera, Affleck parece seguir buscando respuestas en el cine, ya sea actuando, escribiendo o dirigiendo. Pero en su madurez, según él mismo explica, las relaciones humanas fueron cobrando una importancia mayor.
“Lo que descubrí en mi vida es la importancia de las relaciones que son significativas para uno mismo y para tu sentido de felicidad, comodidad, significado, amor, todo lo que nos hace seres humanos -dice el actor-. No necesitas, ni podés, tener muchas de esas relaciones, pero necesitas algunas para encontrar la mejor parte de vos mismo, esa que es capaz de dar, de conectar, de mostrar amor. Así es como experimentamos ser amados”.
“Para mí -continúa- es interesante la hermandad, las amistades masculinas, como la que tengo con mi hermano, Matt y otras personas, y no hay tantas como Jon, que definen el mosaico de mi vida y con las que cuando paso tiempo con él, ya sea haciendo esto o yendo al trabajo, me ofrece una experiencia mucho más profunda y significativa. Por ejemplo, la mayoría de las veces hablamos de ser padres, qué significa eso y cómo lo logramos. Aprendo de él y lo escucho, porque si bien es un actor extraordinario y un hombre de enorme carácter, integridad y fortaleza, creo que su rol como padre, fundamentalmente, tiene una definición específica para él, y es algo que me atrae mucho y con lo que me identifico. Son cosas que tienen un profundo significado. Creo que, cuando somos jóvenes, quizás le damos más importancia a las cosas externas, la aprobación, las metas o lo que sea que el éxito signifique para nosotros. Lo que descubrí con el tiempo es que, en realidad, lo que te enriquece en la vida son las relaciones que tenés, tu capacidad para estar presente para los demás y las recompensas que nos brindan las amistades profundas y las relaciones amorosas”.