El peronismo bonaerense está atado con alambres. Todos lo asumen, nadie lo niega. “Es lo que hay”, dicen muchos dirigentes con cierta resignación. Asumen la realidad indisimulable del espacio político. Algunos creen que la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires no fue bien ni diseñada. Otros consideran que se armó con responsabilidad y se logró un cierre ordenado, con representación de todas las tribus y sin que la sangre llegue al río.
La candidatura de Jorge Taiana en la cabeza de la lista bonaerense no convence del todo a casi ningún dirigente. Tiene que ver con una cuestión estratégica, no con algo personal. El ex ministro de Defensa es muy respetado y querido dentro del peronismo. Pero hay quienes creen que no es el candidato para este momento, para este proceso electoral, donde habrá una batalla campal dialéctica entre Fuerza Patria y La Libertad Avanza (LLA).
En las cavidades del peronismo se acepta, sin demasiadas excusas, que la candidatura de Taiana sirvió para evitar una ruptura del PJ Bonaerense. Fue el punto de encuentro que generó el consenso necesario para que no vuele todos por los aires. Es decir, el nombre no fue pensado como parte de una estrategia para ganarle a los libertarios, sino como un eje de unidad para evitar la fractura y la dispersión de candidaturas. Pragmatismo puro.
“La candidatura de Taiana es como la gelatina. No es ni buena, ni mala”, ironizó un dirigente peronista de la provincia de Buenos Aires. No hay un absoluto convencimiento de la propuesta electoral. Los más críticos creen que la lista no es competitiva y que el peronismo se entregó antes de tiempo con los nombres elegidos. “Nadie junta votos ahí”, se quejó un dirigente que milita en el armado kicillofista.
En el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay cierto enojo por los lugares que le quedaron a Axel Kicillof dentro de la lista nacional. Fueron dos y, si ingresan, estarán ocupados por aliados sindicales: Hugo Moyano (h) y Hugo Yasky. No hay ningún intendente. Tampoco algún dirigente del riñón kicillofista. El Gobernador no salió beneficiado en la negociación por la lista nacional. Pero tampoco dio una batalla para que eso suceda. Su foco siempre estuvo puesto en el cierre provincial.
El sábado, previo al anuncio de las listas, Kicillof se comunicó por teléfono con Cristina Kirchner, que le dijo cuáles eran los nombres que habían acordado con Sergio Massa para los primeros cuatro lugares. En ese mismo momento, le contó que él iba a tener dos lugares entrables. Kicillof lo habló con su mesa chica y decidió darle lugar a la pata sindical, que había quedada relegada en el cierre de listas de la elección bonaerense.
El mandatario provincial priorizó la disposición en las listas seccionales antes que en la lista de diputados nacionales. Algunos intendentes del armado kicilofista quedaron sorprendidos por los lugares que obtuvo Juan Grabois respecto a los que se quedó Kicillof. Ambos tienen dos. “Grabois tiene la misma cantidad de representantes en la lista que el gobernador de la provincia. Es un delirio”, se quejó uno de ellos.
Las posiciones sobre la candidatura de Taiana no son todas negativas. Un funcionario bonaerense lo ve al ex ministro como un buen contraste con José Luis Espert, el primer candidato a diputado de La Libertad Avanza. “Va a confrontar con un tipo que grita como un loco y es muy agresivo. No podemos entrar en ese juego. En ese sentido, Jorge lo puede hacer bien y es un profesional. No va a decir cualquier barbaridad”, analizó.
Entre encuestas y asesoramientos de consultores, en la primera línea de Fuerza Patria llegaron a la conclusión de que lo que más mide es la marca. El sello supera a cualquier candidato. Entonces, lo que termina siendo más importante es que la unidad se sostenga detrás de la marca peronista que representa la mayor oposición a Milei. En términos estratégicos es más trascendente contener a todos y que no presenten listas paralelas, a definir un nombre con mejores actitudes que Taiana para ocupar el vértice de la lista.
En el PJ Bonaerense destacan que la candidatura del ex ministro de Defensa sirvió como salvoconducto de una interna que nunca termina y que siempre tiene motivos para reproducirse. “Peor era ir divididos“, sentenció un diputado nacional por el territorio bonaerense. Hay muchas dudas flotando sobre los distintos campamentos justicialistas. Pero también hay una coincidencia. El cierre, aún sin que los nombres propios gusten demasiado, dejó conforme a la mayoría. Afuera de esa parte quedaron los intendentes, que no tendrán representación en la lista y que patalearon en las sombras.
La idea de pagar un costo alto para evitar una fractura fue la que predominó en la negociación para contener a Grabois. El dirigente social amenazó con romper la unidad peronista si no se tenían en cuenta sus pedidos para el perfil de la lista y la designación de la cabeza. La presión sobre la cúpula de Fuerza Patria fue efectiva. Grabois se quedó con el tercer lugar de la nómina e incluyó a Fernanda Miño en el puesto 12. Además, le dieron la cabeza de la lista porteña, que encabeza Itaí Hagman. Fue uno de los ganadores indiscutidos del cierre de lista.
Cristina Kirchner estuvo encima del cierre bonaerense y de la inclusión de Grabois dentro del armado. Su influencia quedó a la vista. De los quince candidatos que son parte de la lista de “entrables”, más de la mitad responden a su conducción. En La Plata evitaron cualquier crítica al acuerdo final y a los nombres que quedaron dentro de la propuesta electoral. “Nos quedamos conformes. Es verdad que podría haber sido mejor, pero también podría haber sido peor. La premisa era que haya unidad y eso se logró”, explicaron a Infobae.
La conflictividad del armado de listas se irá diluyendo con el paso de los días. Al mismo tiempo, y de forma muy progresiva y lenta, la campaña comenzará a tomar color y calor. Este martes Taiana participará de un acto en la sede del PJ Nacional. Su presencia estaba programa desde hace tiempo. Lo trascendente es que será su primera aparición pública como candidato en un evento del peronismo. Será a las 18:30, en Matheu 130, en el lanzamiento de la revista de política exterior peronista “Bramuglia”.
Taiana deberá surfear la interna y encontrar la forma de hacer campaña frente a una maquinaria de comunicación aceitada, como la que ha mostrado tener hasta acá el gobierno, y en el medio de una interna peronista que deja algunas postales extrañas del proceso electoral. Una de ellas, por ejemplo, es que el peronismo no tuvo un lanzamiento de campaña para la elección bonaerense. Cada uno camina por su lado y decide qué mensaje transmitir. No hay coordinación y no hay ninguna intención de disimular los resquemores internos.
Kicillof se aferró a la gestión y contrasta con la obra pública el modelo de Milei. Recorre localidades, se muestra con ministros, visita intendentes y confronta con las políticas libertarias. Se puso al frente de la campaña que no comparte con sus socios. No hay coordinación. No hay un comando electoral. No hay un discurso unificado, en las líneas más finas, más allá de marcar diferencias evidentes entre el modelo de país que representa el peronismo y el que expone Milei.
Cristina Kirchner recibe dirigentes de peso en San José 1111 y levanta el teléfono para mantener su influencia en el armado del peronismo nacional. Hace campaña con mensajes en su cuenta de X y con audios que son escuchados en plenarios del ultra kirchnerismo. Sergio Massa, en tanto, se mantiene más distante y publica algún contenido en las redes sociales. Caminos distintos.
Las grietas internas que separan a kicillofistas y cristinistas son indisimulables y se mantienen en el tiempo. La misma grieta que divide a los dos actores principales de la historia, que ya solo se hablan por necesidad y no por cariño. CFK y Kicillof mantienen una relación fría y distante. Y, con el paso del tiempo, esa tirantez se acentúa cada vez más. El kirchnerismo tapa con la unidad forzada y el clima de campaña, lo que es evidente. Adentro, como aceptan en los dos lados del mostrador K, todo sigue roto.