Entre presiones de Economía, algunas paritarias se pueden homologar gracias a un curioso “acuerdo de caballeros”

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Julio Cordero, Armando Cavalieri, Luis Caputo, Hugo Moyano y Abel Furlán

Tres semanas después de haber sido firmado, el acuerdo salarial de la Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) finalmente fue homologado el martes pasado por la Secretaría de Trabajo. Era una de las paritarias que el Gobierno rechazaba convalidar porque superaba la pauta salarial del 1% mensual. Ahora, el principal aumento sin homologación es el pactado por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) el 4 de junio pasado.

Los sindicalistas se siguen quejando de los topes salariales impuestos por el Ministerio de Economía como parte de su plan antiinflacionario, aunque la mayoría firma sus acuerdos en sintonía con la pauta oficial.

El tema estará presente en la reunión ampliada de la mesa chica de la CGT, el lunes próximo en la sede de la UOCRA, donde podría surgir una dura declaración contra el “cepo salarial” del Gobierno que, según advierten, atenta contra la recuperación de los sueldos frente a la inflación.

Luis Caputo y Javier Milei

La primera paritaria “castigada” por Economía por haber superado el tope del 1% mensual es la que firmó Armando Cavalieri, el líder de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys): sigue sin homologarse el acuerdo firmado a fines de abril, que consiste en un aumento salarial acumulativo del 5,4%, distribuido en tres tramos (1,9% en abril, 1,8% en mayo y 1,7% en junio), más sumas fijas no remunerativas que totalizan $115.000, divididas en tres cuotas de $35.000, $40.000 y $40.000, respectivamente.

La decisión de no homologar el acuerdo de Comercio derivó en críticas de un dialoguista a ultranza como Cavalieri: “¿Tener salarios que aumentan 1,5% o 1,7% es realmente un peligro para la estabilidad que busca Milei? Si es así, estamos en una situación muy delicada», dijo en una entrevista con Infobae. Y agregó: “Si creemos que esto va a hacer peligrar la inflación de la Argentina, estamos perdidos. No hay salida».

No se trata de una paritaria cualquiera. Involucra al sindicato con mayor cantidad de trabajadores (1.200.000) y cuyos salarios sirven de referencia para otras actividades. El 6 de mayo, ante el laberinto en el que quedó su convenio, Cordero llamó a una audiencia a Cavalieri y a las tres cámaras empresariales para tratar de que reformularan las cifras. El sindicalista no fue.

Armando Cavalieri, líder del Sindicato de Comercio

Aun así, en el sector estiman que el aumento salarial fue pagado por la mayoría de las empresas: entre el 75% y el 80% abonaron la mejora del 5,4% para el período abril-junio pese a no estar homologado y a la resistencia de las cámaras que agrupan a los supermercados.

Cavalieri y las cámaras empresariales rubricaron el 28 de junio pasado una nueva mejora salarial que consistió en un 6% sobre las escalas básicas vigentes a junio pasado, que se aplicará de forma no acumulativa y distribuida a razón de un 1% mensual entre julio y diciembre, más el pago de asignaciones mensuales no remunerativas de $40.000, que se abonarán de julio a diciembre.

Pese a que las cifras respetan el techo del 1% mensual, Economía tampoco quiere que se homologue e incluso presiona para que el sindicato acepte bajar los aportes extraordinarios y así moderar el aumento.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero

El líder de FAECYS no quiere saber nada. Pero el ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que sólo se homologarán las últimas dos paritarias si Cavalieri adapta algunas cifras pactadas al tope salarial.

La paritaria de Sanidad también amagaba con empantanarse. Firmada el 25 de junio, incluyó un incremento salarial del 4,5% para el trimestre mayo-julio en tres tramos mensuales del 1,5%, más tres sumas fijas de 25.000, 40.000 y 60.000 pesos para cada uno de esos meses. Es decir, por encima de la pauta oficial y con un claro destino de no homologación.

Sin embargo, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, terminó firmando el martes pasado la homologación y sin que las cifras hayan sido reformuladas. Algunas paritarias reciben objeciones de algunos empresarios porque para desafiar el techo del 1% se pactan porcentajes bajos, pero se agregan sumas fijas que elevan la mejora en el bolsillo de los trabajadores. En este caso, las cámaras no sólo avalaron el aumento sino que prometieron pagarlo aun sin homologación.

Héctor Daer, titular de FATSA

¿Cuál es fórmula que utilizó el titular de FATSA, Héctor Daer, para lograr la convalidación oficial? Hay quienes creen que se apeló a un recurso que permitió destrabar la paritaria del Sindicato de Camioneros: el compromiso verbal del gremio de que aceptará que algunas empresas en problemas paguen desdobladas las sumas fijas.

El 17 de junio pasado, el gremio que dirige Hugo Moyano firmó con las cámaras un aumento de 3% en tres cuotas del 1% para junio, julio y agosto, más una suma fija de $45.000 en junio y el pago de $18.500 por trabajador como contribución de los empresarios a la obra social.

A priori, los números mostraban que Camioneros se volvía a alinear con la pauta salarial de Economía, pero surgieron inesperados cuestionamientos de cámaras que agrupan a las pymes por las dificultades para pagar la suma fija no remunerativa de $45 mil con los sueldos de junio porque el convenio firmado establece que “se incorporará a los salarios básicos del chofer de primera categoría y proporcionalmente a todas las categorías comprendidas en el convenio colectivo 40/89 a partir del mes de julio la suma de pesos 39.594,33″.

Hugo Moyano, titular del Sindicato de Camioneros

Un empresario del sector dijo a Infobae: “Con los 45 mil recomponen lo perdido y luego el porcentaje que corresponde es entendible, pero si ponen eso que piden en el básico, 39 mil, se nos va al 6,4 % en julio. Si uno ve cómo sigue el convenio, sería 1% en junio, 6,4 % en julio por esa suma que va al básico y 1% en agosto. En total alcanzaría al 8,4%, una cifra fuera de la pauta”.

Con tantos reparos empresariales, Economía amagaba con frenar la homologación del acuerdo salarial firmado por Moyano. Pero el que salió al rescate fue Cordero, que negoció con el líder de Camioneros un “acuerdo de caballeros”: el compromiso sindical de que aceptarían el pago en cuotas de los 45 mil pesos por parte de las empresas que tuvieran problemas para abonarla. Así, la paritaria logró por fin su convalidación desde Trabajo.

Abel Furlán, titular de la UOM

Por ahora, el acuerdo salarial que se mantiene sin homologación es el de la UOM, que conduce Abel Furlán. A principios de junio firmo un incremento del 7,6% en cinco tramos del 3,3% en abril, 1,2% en mayo, 1,1% en junio, 1% en julio y 1% en agosto, además de cinco sumas fijas no remunerativas de $30 mil para abril y de $25 mil para cada uno de los meses restantes.

En este caso también hay objeciones empresariales. El convenio no fue firmado por las pymes del sector agrupadas en la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) porque consideró que el aumento salarial “hace peligrar en forma real y cierta la economía de las pymes ante la recesión que afecta al sector, poniendo además en situación de peligro las fuentes de trabajo”.

¿Se aplicará aquí el “acuerdo de caballeros” que permitió habilitar la paritaria de Camioneros? Hoy, los acuerdos salariales son casi el fruto de una tarea artesanal para mostrar una fachada del 1% y disimular el impacto de las sumas fijas, ideadas para subir la mejora, pero que ponen en riesgo a algunas empresas.

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