Tras el mensaje de Macron a Milei, se aceleran las negociaciones a contra reloj para salvar el Acuerdo Mercosur-Unión Europea

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Tras el mensaje de Macron a Milei, se aceleran las negociaciones a contrareloj para salvar el Acuerdo Mercosur-Unión Europea

La visita oficial de Emmanuel Macron ayer a Argentina tuvo buena repercusión en el Gobierno. Ayudó a afianzar el vínculo personal entre ambos presidentes, profundizar la relación bilateral, acelerar el intercambio comercial y sostener la convergencia en temas estratégicos. Pero también sirvió para que el jefe de Estado francés le dejara un mensaje claro a Javier Milei y a su país: Francia hará todo lo posible para bloquear el Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Se lo hizo saber de forma explícita y directa y lo ratificó antes de subirse al avión en declaraciones a la prensa.

Fue uno de los temas que abordaron durante las conversaciones de Milei y Macron en Buenos Aires. Durante la comida en Olivos, Macron y Brigitte Macron le agradecieron a Karina Milei por su viaje a París en octubre, que resultó “fundamental” para concretar la visita oficial del presidente galo a Argentina. Esa misión y las gestiones de Ian Sielecki, embajador argentino en Francia, facilitaron la organización del la visita del presidente francés a la Casa Rosada.

A lo largo de los diálogos entre Milei y Macron, el Acuerdo Mercosur -UE fue un asunto inevitable.

En Francia hay un rechazo histórico por parte de los agricultores al Tratado de Libre Comercio entre ambos bloques. Consideran que genera condiciones desparejas para competir con los productos de los países del Mercosur y que perjudicará su situación. Cada vez que desde 2018 hubo anuncios en relación con avances en las negociaciones del Acuerdo, los productores franceses hicieron protestas.

La reunión entre Javier Milei y Emmanuel Macron

En enero de este año, los agricultores organizaron una protesta masiva con tractores que cortaron calles, rutas y autopistas en París. Incluso, llegaron a arrojar desperdicios y excrementos a un edificio público en rechazo a las políticas de Macron y de la UE. Conocían que había movimientos en las negociaciones del Acuerdo e hicieron sentir su descontento.

Se trata de un sector de mucho peso en Francia. Tanto como que cuando perdió las elecciones legislativas de este año y debió aliarse con espacios conservadores y de la derecha para poder formar gobierno en la Asamblea y evitar una cohabitación clásica, impulsó, entonces, a Michel Barnier para ser electo Primer Ministro, un dirigente que se había desempeñado como ministro de Agricultura de Nicolás Sarkozy. En cierto modo, fue un gesto del Presidente hacia los agricultores franceses.

Por eso, para Macron es imposible acompañar el Acuerdo con el Mercosur en los términos que se negocia hoy. “No creemos en el acuerdo tal como se negoció”, sostuvo el presidente de Francia ante medios de su país desde el Aeropuerto de Ezeiza, antes de subirse al avión luego de la bilateral con Milei. “No se debe sacrificar a la agricultura europea. Es lo que he dicho. Si somos razonables, hay un camino posible, pero no se hará en detrimento de nuestra agricultura”, enfatizó.

No sólo eso, sino que también, con astucia, Macron se encargó de revelar que el libertario le contó que el Acuerdo con la Unión Europea tiene cosas para mejorar y que no le agrada cómo funciona hoy el Mercosur. “El presidente Milei me dijo ‘que no estaba satisfecho’ ni con el acuerdo ni ‘con el funcionamiento actual del Mercosur’”.

Tractorazo de agricultores franceses para protestar contra Emmanuel Macron y rechazar el Acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. REUTERS/Abdul Saboor

El líder francés es un político hábil y conoce que con esas declaraciones desata ruido interno al interior del Mercosur en plenas negociaciones con la Unión Europea y a días de la cumbre en Mercosur en la que se busca firmar el Tratado de Liber Comercio.

Macron asume que el preacuerdo puede concretarse sin el respaldo de Francia, pero ejercerá presión para bloquearlo en la segunda etapa, cuando se deba aprobar la parte institucional y necesite la ratificación de los 27 parlamentos de los países de la Unión Europea.

Se aceleran las negociaciones

El presidente de Bolivia, Luis Arce; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente de Paraguay, Santiago Peña, y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle, posan durante una foto de familia en la cumbre del Mercosur en Paraguay, este año, a la que no asistió Milei. REUTERS/Cesar Olmedo

En este marco, está previsto que en los últimos días de noviembre haya una reunión en Brasilia de jefes negociadores del Mercosur y la Unión Europea. Viajan un representante de cada uno de los cuatro Estados miembros del bloque sudamericano y una comitiva de diplomáticos europeos. Buscarán destrabar los detalles sobre los que no hay consenso y allanar el camino para la firma de la parte comercial del pacto.

La agenda exterior de Argentina está enfocada hoy en la participación de Milei en el G20 y la visita de Giorgia Meloni, presidenta de Italia, a Buenos Aires. No obstante, las negociaciones con la Unión Europea tienen relevancia diplomática y hay deadlines inminentes.

Con la llegada de Gerardo Werthein a la Cancillería, aún no se conoce quién ocupará el rol de Marcelo Cima, que fue desplazado de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales y estaba al frente de las negociaciones con la Unión Europea. El canciller avanza en la reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores y definirá en los próximos días a los diplomáticos que cubrirán los cargos vacantes.

Javier Milei y el canciller Gerardo Werthein

Si aún no se hubiese designado al reemplazante de Cima, no se descarta que a Brasilia viajen Eduardo Bustamante, vicecanciller, o Ricardo Lachterman, jefe de Gabinete de Cancillería y diplomático de confianza de Werthein. Son decisiones que aún no se definieron.

Las negociaciones están avanzadas aunque no sin dificultades. En el Mercosur aún hay dudas sobre la posición de Paraguay, que objeta algunas cláusulas comerciales. Mientras que ahora genera incertidumbre las declaraciones de Macron tras la reunión con Milei.

En tanto que en Europa surge la pregunta en torno a si Úrsula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, impulsará finalmente el pacto en contra de la voluntad de Macron. Pese a que Francia perdió peso en el Parlamento Europeo, es una potencia desequilibrante en el Viejo Continente. En diciembre asumen las nuevas autoridades de la Comisión, que seguirá liderada por Kaja Kallas, ex primera ministra de Estonia que se desempeñará como Alta representante de Asuntos Exteriores de la UE, quien ya se pronunció en favor del Acuerdo con el Mercosur.

Lula da Silva con Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, durante la cumbre del G20 en Brasil. REUTERS/Ricardo Moraes

Si bien estaba la intención de ambas partes de intentar inicialar el Acuerdo en el marco del G20 de Brasil, la posibilidad se desvaneció. Por estas horas, los negociadores apuntan al 5 de diciembre, cuando se desarrollará la reunión del Mercosur en Montevideo para pasar la Presidencia Pro Tempore del bloque de Uruguay a la Argentina.

Un Acuerdo con 30 años de idas y vueltas

Cabe recordar que el Acuerdo entre el Mercosur y la UE es un tratado de libre comercio que busca consolidar lazos económicos, políticos y sociales entre ambas regiones. Busca facilitar el acceso a los mercados con reducción de aranceles para el intercambio de bienes y servicios, fija compromiso con estándares ambientales, laborales y de derechos humanos, alineados con el Acuerdo de París, y actualiza reglas comerciales en áreas como propiedad intelectual, normas sanitarias y fitosanitarias, y comercio digital.

Las negociaciones comenzaron en 1995 con la firma del Acuerdo Marco de Cooperación Interregional. Sin embargo, hubo idas y vueltas durante 30 años. En 2004 se intentó concretarlo, pero no se logró consenso. Las conversaciones se enfriaron hasta 2010. La firma preliminar en 2019 exhumó el acuerdo, pero luego surgió la preocupación de Europa por la deforestación en el Amazonas y el Pacto Verde.

En 2023, las partes anunciaron la reanudación de las negociaciones. Entre otros factores, la invasión de Rusia a Ucrania desató una crisis en seguridad alimentaria y energética en la UE que despertó nuevamente el interés por acelerar las negociaciones con el Mercosur.

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